Un año más está llegando a su fin.
Es el final de otro año y el año cumple un año. El mundo de los mortales viaja durante mucho tiempo, con muchas búsquedas y vacíos, muchas emociones se exageran en la danza del recogimiento y la dispersión, y muchas alegrías y tristezas se perfilan en el ciclo de la luna.
El tiempo es despreocupado, el Año Nuevo es como el agua, el invierno pasa al invierno, año tras año, las arrugas del tiempo se graban profundamente en las venas de la vida, los ojos del agua de manantial revelan muchas vicisitudes, firmeza. Los pasos siguen avanzando, los sentimientos sentimentales siguen ahí y, después de todo, el arduo trabajo de la vida no es en vano.
En el crepúsculo, caminando en el viento de fin de año, la luna fría es como la escarcha, y el frío penetra el corazón, envuelto en ropa, caminando solo en un viaje, tengo que aprender a. calentarme. En una ciudad tan grande, puedes ir y venir cuando quieras, quedarte como quieras. Ya seas nuevo o fallecido, eres sólo un transeúnte.