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¿Cómo se descubrieron los jeroglíficos egipcios antiguos?

Los jeroglíficos egipcios antiguos aparecieron hace más de 5.000 años y más tarde los europeos los llamaron "la escritura de Dios". Los antiguos egipcios creían que sus personajes fueron creados por la diosa de la luna Tut, el cálculo y el aprendizaje, lo cual es muy similar a la leyenda china de "Cangjie creó los personajes". Los jeroglíficos del antiguo Egipto nunca se convirtieron en escritura alfabética, pero después de muchas evoluciones, sus formas se simplificaron gradualmente y se transformaron en escritura alfabética.

Hacia el siglo IV d.C., sólo unos pocos egipcios eran capaces de leer estos jeroglíficos egipcios, que poco a poco se convirtieron en un auténtico misterio. El emperador romano Teodosio I emitió un decreto en 391 que cerró todos los templos no cristianos y nunca más se construyeron monumentos o templos inscritos con jeroglíficos egipcios. Los últimos jeroglíficos egipcios fueron descubiertos más tarde en un templo muy al sur.

Más tarde, en 1799, la fuerza expedicionaria francesa descubrió accidentalmente una inusual tablilla de piedra de basalto negro mientras cavaba trincheras en la Fortaleza Rosetta en Egipto, y la trajo de regreso a Francia. Debido a que la piedra se encontró en Rosetta, se la llama Piedra Rosetta. El monumento mide 114 cm de largo y 72 cm de ancho. El monumento está hecho de basalto pulido y tiene inscritos tres textos, compuestos por jeroglíficos egipcios antiguos, cursiva árabe y griega.

Durante cientos de años, muchos eruditos modernos han intentado interpretar estos jeroglíficos, pero estos intentos han fracasado o están llenos de imaginación. Los estudiosos se aventuran a suponer que se trata de tres versiones de un mismo documento. Entre ellos, el griego es el idioma más familiar. Después de traducir correctamente el griego, intentamos encontrar la relación entre los caracteres griegos y esos jeroglíficos, desvelando así el misterio de los jeroglíficos del antiguo Egipto.

Thomas Yan y Jean-François Champollion fueron los lectores más exitosos de los jeroglíficos egipcios. Con su rico conocimiento de la lingüística y basándose en investigaciones previas, Champollion leyó con éxito el nombre de Ptolomeo en 1822, sentando así las bases para el estudio de la escritura del antiguo Egipto. Más tarde leyó una o más palabras y en la década de 1930 descifró casi por completo los jeroglíficos egipcios. Este fue un gran avance para la entonces nueva egiptología.