La parábola de las diez vírgenes
Contenido
Diez puede verse como un número entero que apunta a todos los creyentes. En el texto original, esta "virgen" se refiere a una virgen o virgen soltera, que significa virgen. Diez vírgenes esperaban al novio con lámparas en la mano. Como el novio llegó tarde, los diez niños y niñas se quedaron dormidos, y todos los niños y niñas sabios se durmieron, pero prepararon suficiente aceite, por lo que la lámpara del novio todavía estaba encendida a medianoche. Esto nos dice que se acerca el fin porque los creyentes son materialistas. Pero los creyentes vigilantes permanecen conectados con Dios para estar llenos del Espíritu Santo y brillar con buenas obras. Aunque las vírgenes insensatas también sostenían sus lámparas, no prepararon aceite, así que cuando despertaron, encontraron que el aceite de las lámparas casi se estaba acabando, y tuvieron que pedir a las vírgenes prudentes que les dieran un poco de aceite.
Explicación
Me temo que pocas personas pueden aceptar esta profunda explicación. El siguiente es el significado básico:
En primer lugar, las vírgenes son creyentes que han sido limpiados de sus pecados y lavado sus vestiduras espirituales, tal como las 144.000 personas de Apocalipsis 14 (son vírgenes).
En cuanto a la diferencia entre estupidez e inteligencia, mucha gente piensa que se refiere a la vigilancia que necesitan los creyentes, y también se menciona al final de la parábola. ¡Sí, así lo entienden los tontos!
El verdadero significado de esta metáfora no es que necesitemos estar alerta, sino cómo estar alerta. El relato es muy claro. Los necios no prepararon aceite, pero los sabios sí lo hicieron. El aceite se usa para encender lámparas y es el calor en nuestros corazones. Quizás cuando muchos creyentes creyeron en Dios por primera vez, sus corazones ardían. Esto se debe a que tienen aceite en sus corazones y sus lámparas están encendidas. Pero con el paso del tiempo, la creencia en Dios se convirtió en una mera formalidad. Sus corazones están fríos y ya no anhelan la Palabra de Dios como antes. Es decir, cuando se acaba el aceite de sus corazones, sus corazones ya no arden y se vuelven necios. El sabio siempre sigue la palabra de Dios y prepara su propio aceite a tiempo cuando se debilita.
Así que hay muy pocos creyentes que puedan ser llamados "vírgenes", pero entre las vírgenes, sólo la mitad son lo suficientemente inteligentes como para entrar en el reino de Dios. El Señor dice esto: "Entrad por la puerta angosta." Porque conduce a la destrucción, la puerta es ancha y el camino es ancho, y mucha gente entra pero la puerta que lleva a la vida es angosta y el camino es angosto; y son pocos los que lo buscan. "