Habilidades básicas para la comunicación médico-paciente
Habilidades básicas para la comunicación médico-paciente
1. Preste atención a crear un ambiente relajado para la reunión:
El médico debe tener una apariencia ordenada y una buena actitud. Actitud amigable, tranquila y estable Saludar a los pacientes, saludarlos con una sonrisa y pedirles que se sienten, etc., puede ayudar a eliminar el nerviosismo y la ansiedad del paciente, formar una buena primera impresión y también ayudar a la comunicación futura.
Un ambiente clínico refrescante y tranquilo hará que los pacientes se sientan cómodos y relajados.
La entrevista es una actividad muy seria. Durante la entrevista se debe evitar en la medida de lo posible la entrada y salida de personas inactivas. El médico no debe realizar llamadas telefónicas frecuentes ni ser molestado. El paciente siente que le falta privacidad y que no lo toman en serio.
2. Preste atención a la actitud y el tono, y hable con los pacientes con seriedad:
Sea serio al hablar con los pacientes y domine el tono, el lenguaje y la entonación de sus palabras. Al escuchar la conversación de un paciente, debe concentrarse en lo que dice la otra persona e incluso escuchar los matices de la conversación.
Mantenga una observación atenta del contenido y la expresión de la historia del paciente, mantenga contacto visual con el paciente durante la conversación, responda a la conversación del paciente de manera oportuna para alentarlo a hablar más y evite simplemente sumergirse en la grabación independientemente de la respuesta emocional del paciente.
3. Tenga cuidado de no utilizar demasiados términos profesionales:
La comunicación médico-paciente requiere una expresión en un lenguaje claro, preciso, conciso y claro. Evite redacción inadecuada, pensamientos confusos, falta de énfasis y el uso de términos que la otra parte no pueda entender.
Al comunicarse con los pacientes, debe considerar plenamente la capacidad de aceptación y comprensión de la otra parte, expresarse en un lenguaje popular y tratar de evitar el uso de términos profesionales.
Las preguntas del médico no deben ser semánticamente confusas o ambiguas para evitar respuestas falsas debido a malentendidos por parte del paciente.