Colección de citas famosas - Consulta de diccionarios - ¿Qué hacer si eres un padre rebelde?

¿Qué hacer si eres un padre rebelde?

Lo que los padres deben hacer cuando son rebeldes es lo siguiente:

1. Mantener la mente tranquila

Los padres generalmente estarán insatisfechos cuando sus hijos sean rebeldes y Por lo general, usarán su propio poder para reprimir a los niños. De hecho, en este momento los padres deben recordarse a sí mismos que deben mantener la calma y esperar hasta que sus hijos se calmen antes de comunicarse. Cuando los niños son rebeldes, sus palabras y acciones serán como una tormenta y no sabrán controlarse. Pero los padres son adultos y deben saber cuándo mantener la calma.

2. No sobreprotejas a tus hijos

Anima a tus hijos a que prueben con valentía lo que quieren hacer, desarrollen su capacidad de ser independientes y atreverse a expresar sus opiniones, y a contar. Piense en no tener siempre quejas. Los padres también pueden dar a sus hijos más espacio libre.

3. Confía en los niños

Debido a que tienen un sentido de independencia muy fuerte, debemos brindarles la confianza correspondiente. Los niños suelen decir que mi padre y mi madre no confían en mí y no me entienden. En este caso, debemos darle ciertos derechos y confianza, dejarle hacer algunas cosas de forma independiente y aceptar su lado no tan bueno. Debido a que se encuentran en un estado semi-adulto, parecido al de un niño, la confianza es muy importante.

4. Fines educativos ocultos y nunca ajustar viejas cuentas.

Ante los diversos comportamientos rebeldes de los niños, los padres nunca deben decir "no" directamente. Por ejemplo, si su hijo quiere comprar ropa de alta gama, si usted le dice "No, de ninguna manera", solo provocará la resistencia del niño y sentirá que sus padres no pueden comunicarse y no lo entienden. En cambio, debes abrir la puerta a la comunicación y comunicarte bien con tus hijos. Deberíamos permitir que los niños cometan errores, educarlos para que no sean emocionales, no ajusten viejas cuentas, no insulten su dignidad personal y guíen a los niños haciéndoles preguntas en lugar de exigencias majestuosas.