Meditación de la Semana de la Pasión: Caer y Volver
Esa noche, estos discípulos que habían seguido a Jesús durante tres años fracasaron por completo. Parece que Jesús no logró desarrollarlos. Sin embargo, más adelante en la historia de la iglesia. Fueron estos discípulos quienes se levantaron de la caída, fundaron la iglesia e incluso cambiaron la historia de la humanidad.
La vida espiritual cristiana es un proceso de crecimiento. Este proceso es como el de una persona que recién aprende a caminar. Siempre habrá caídas, pero nunca caerás allí para siempre. Siempre tienen que levantarse y volver a caminar. El proceso de santificación en sí significa que tenemos que enfrentar muchas tentaciones, e incluso nosotros estamos destinados a fracasar. Pero caer es más aterrador. Una vez que caes, te quedas ahí y nunca te levantas. Caer nos hace más conscientes de nuestro orgullo y superioridad moral. La Biblia nos advierte que aquellos que se creen fuertes caerán. A Dios no le preocupa nuestra debilidad y caída, pero sí le preocupa que seamos demasiado fuertes.
Necesitamos ver nuestras propias caídas desde la perspectiva de la gracia. Incluso debemos admitir y aceptar nuestras propias caídas, arrepentirnos ante Dios, levantarnos de nuevo y seguir adelante con la gracia lograda por el Señor Jesús. camino. Corre, cristiano. No tengas miedo de caerte y no correr. No te caigas y no te levantes por miedo a volver a caer. Levántate y corre hasta entrar en el reino de Dios. ¿Qué es el crecimiento de la vida? Se trata de caer y levantarse. No por ti mismo, sino por la gracia del Señor.