Las personas en tiempos difíciles, como la lenteja de agua, las mujeres y los hijos, fueron asesinadas por ladrones a finales de la dinastía Ming. ¿Qué pasó?
Los últimos años de la dinastía Ming estuvieron plagados de desastres, con constantes desastres naturales, sequías aquí y plagas allá. En resumen, ocurrieron muchos desastres. Puedes moverte y evacuar cuando hay un desastre natural, pero ya es demasiado tarde para evitar un desastre provocado por el hombre.
Al final de la dinastía Ming, estallaron levantamientos en muchos lugares contra la dinastía Ming. Muchos ladrones también aprovechan los tiempos difíciles para cometer el mal y obtener ganancias ilícitas.
Según el libro de historia "Ming Beizong", una mujer se casó con Zhang Liankui, un aldeano, y la pareja vivió una vida normal y feliz. Los buenos tiempos no duraron mucho y la sociedad se volvió incómoda. Los campesinos se rebelaron en todas partes, incluida la ciudad natal de la pareja. Todos en la ciudad huyeron en ese momento, y Zhang Liankui y su esposa también huyeron con otros.
En el camino para escapar, Zhang Liankui de repente recordó que su padre aún no se había ido, por lo que regresó a mitad del camino, dejando solo a su esposa e hijos caminando solos.
La madre y el hijo continuaron avanzando, pero el ladrón se acercó de repente y los que huyeron huyeron. Como mujeres débiles, la señora Zhang y sus hijos no podían correr rápido de todos modos. El ladrón vio que la señora Zhang era bonita y quiso burlarse de ella. No esperaba que la señora Zhang fuera una mujer feroz. En lugar de cooperar, gritó y maldijo.
Después de escuchar esto, el ladrón se enfureció y mató a la anciana señora Zhang con un cuchillo. El hijo que estaba a su lado lloró fuerte cuando vio que mataban a machetazos a su madre. El ladrón temía que el niño vengara a su madre cuando creciera, por lo que lo mató a machetazos.
El hijo de Zhang Liankui fue asesinado a machetazos, pero su mano todavía sostenía con fuerza la mano de su madre. Todos los que presenciaron este proceso quedaron tristes y derramaron lágrimas.
Las muertes de la señora Zhang y su hijo no fueron un accidente. Una persona corriente que vive en tiempos difíciles es como una lenteja de agua en el mar. No puede controlar la dirección futura. Fue golpeado por una tormenta en el mar y solo quería calmarse lo antes posible.