Video de poesía traducida por estudiantes de secundaria.
En ese lejano día de primavera, acurrucadas en lo profundo de mi memoria, algunas cosas nunca sucedieron y escribí un final.
En la ladera llena de té nuevo y acacia, eras joven y enamorado, de pie en el viento, con tu ropa ondeando, tus ojos afectuosos mirando a lo lejos, mirando a una chica de cabello largo, esperando su llegada.
Esperas, tu humor es tan cálido como la tarde de primavera; esperas hasta que el atardecer se desvanezca; ¡esperas hasta que las estrellas sean escasas y la luna brille en la noche!
¡La chica que estás esperando es mi joven yo, esa mujer voluble, suspicaz y revoltosa! Prometo caminar ese hermoso camino de montaña contigo.
Finalmente, no puedo hacerte esperar por mí: ¡no fui a esa cita que acordé casualmente!
En ese momento, mi figura estaba al lado de otra figura alta, y por la tarde se proyectaban un par de hermosas imágenes en el estanque de lotos. El aroma de las flores de loto flota en el aire denso y mis oídos se llenan de susurros de amor. Estoy sonriendo, ¡pero no eres la más hermosa!
Pero esta noche, sentada sola, quitándome la pesada máscara y el pesado maquillaje que usé durante el día, ya no tengo el rostro delicado como una flor y la ternura como el agua en el espejo. Las delgadas líneas de los ojos cuentan las vicisitudes del mundo, y el cabello blanco vagamente visible es testigo del paso de los años.
En ese momento, en plena noche, los finos dientes del peine tocaron mi cabello largo y espeso y los suaves pensamientos escondidos en mi pecho. De repente recordé esa tarde llena de la fragancia de las flores de loto, esa promesa que no pude cumplir, ese corazón que fue apuñalado y esa relación que no pude cumplir.
¡Una especie de tristeza inexplicable y una culpa indescriptible llegaron a mi corazón!
Te paras en la ladera verde y miras ansiosamente a tu alrededor. ¡Esta imagen se ha convertido en una cicatriz permanente en mi corazón!