Colección de citas famosas - Mensajes de felicitación - Parado a los veinte y no confundido a los treinta, ¿cuál es la frase completa?

Parado a los veinte y no confundido a los treinta, ¿cuál es la frase completa?

La afirmación completa es: Cuando tenía quince años, estaba decidido a aprender; cuando tenía treinta, estaba establecido; cuando tenía cuarenta, no estaba confundido, cuando tenía cincuenta, conocía el; el destino; cuando tenía sesenta años, mis oídos eran obedientes; cuando tenía setenta años, seguí los deseos de mi corazón sin salirme de las reglas.

De "Las Analectas", significa:

Cuando tenía quince años, decidí estudiar. Cuando tenía treinta, tenía un punto de apoyo firme en el camino de la vida. Tenía cuarenta años, ya no estaba confundido. A los cincuenta, yo. A los sesenta, sé el destino que Dios tiene preparado para mí. A los sesenta, puedo distinguir la verdad de la falsedad cuando escucho lo que dicen los demás. . A mis setenta años puedo hablar y hacer lo que quiera sin salirme de las reglas.

En este capítulo, Confucio relata su proceso de aprendizaje y cultivo. Este proceso es un proceso en el que el ámbito ideológico de uno mejora gradualmente con la edad. En lo que respecta al ámbito ideológico, todo el proceso se divide en tres etapas:

La edad de quince a cuarenta años es la etapa de aprendizaje y comprensión; la edad de cincuenta o sesenta es la etapa de asentamiento; sentarse y calmarse, es decir, no ser influenciado por una etapa que está influenciada por el entorno;

Setenta años es una etapa en la que la conciencia subjetiva y las reglas de vida se fusionan en una. En esta etapa, el cultivo moral alcanza su nivel más alto.

El proceso de cultivo moral de Confucio tiene factores razonables:

Primero, vio que el cultivo moral humano no es algo que ocurre de la noche a la mañana y no se puede completar de una vez o en un ataque repentino. Debe pasar por un estudio a largo plazo y el ejercicio debe ser un proceso paso a paso.

En segundo lugar, el estado más elevado de la moralidad es la integración de pensamientos, palabras y acciones, y acatar conscientemente las normas morales en lugar de hacerlo de mala gana. Estos dos puntos se aplican a todos.