Mañana en el campo
El gallo me despertó de mi dulce sueño con su fuerte voz. Me froté los ojos y abrí la ventana con cuidado. Una brisa fresca de la mañana sopló hacia mi cara, como un par de manos de bebé acariciando mi mejilla. A lo lejos se alzaban campos y bosques.
El sol sale lentamente, disparando una luz dorada como una espada, penetrando el velo brumoso. La llovizna de anoche humedeció la tierra y hermosas flores florecieron por todo el cielo. Las gotas de rocío de los pétalos brillan con una luz colorida bajo el sol, que es deslumbrante. Los pájaros al borde del camino cantaban alegremente en las ramas, y el pastorcillo tocaba el flautín y caminaba por la cresta del campo. El humo de las ollas se elevaba al final del pueblo y llegaban oleadas de fragancia de arroz.
¡Es una hermosa mañana en el campo!