¿Por qué recompensar?
En segundo lugar, las recompensas pueden reflejar una necesidad social. Algunas personas pueden pensar que dar propina en situaciones sociales puede conseguir más atención y reconocimiento, e incluso mejorar su estatus social hasta cierto punto. Este comportamiento puede deberse al fuerte deseo de algunas personas de obtener aprobación y aceptación de los demás.
Además, dar propina también puede ser una expresión de emoción. Por ejemplo, en una plataforma de transmisión en vivo, los espectadores pueden dar propinas a los presentadores para expresarles su aprecio, gratitud o apoyo. En este caso, dar propina no es sólo un acto económico, sino que también representa una conexión emocional.
En resumen, la conducta de recompensar a otros puede estar motivada por muchas motivaciones y necesidades psicológicas diferentes. Al analizar estos comportamientos, debemos considerar la influencia de diferentes grupos de personas, diferentes situaciones y diferentes orígenes.