El Partido Democrático de Campesinos y Trabajadores de China, conocido como Partido de los Campesinos y Trabajadores, se estableció en Shanghai en ( ).
El Partido Democrático de Campesinos y Trabajadores de China, conocido como Partido de los Campesinos y Trabajadores, se estableció en Shanghai el 9 de agosto de 1930.
El Partido Campesino y Obrero se formó y desarrolló gradualmente después del fracaso de la Gran Revolución en 1927. En mayo de 1927, Deng Yanda, líder de izquierda del Kuomintang, en vista de la traición de la revolución por parte del Comité Central del Kuomintang de Wuhan, planeó organizar un nuevo partido político para implementar las tres políticas principales de Sun Yat-sen: "alianza". con Rusia, alianza con el Partido Comunista y apoyo a agricultores y trabajadores".
En noviembre de 1927, Soong Ching Ling y Deng Yanda, izquierdistas del Kuomintang chino, emitieron la "Declaración del Pueblo Revolucionario de China y del Mundo" en nombre del "Comité de Acción Provisional del Pueblo Chino". Kuomintang".
A principios de 1928, los izquierdistas Tan Pingshan y Zhang Bojun del Kuomintang establecieron el "Partido Revolucionario Chino" en Shanghai, con Deng Yanda como partido responsable general.
Base jurídica: artículo 8 de la "Constitución de la República Popular China"
Las organizaciones económicas colectivas rurales implementan un sistema de gestión de dos niveles basado en la gestión de contratos domésticos y que combina la centralización y descentralización. Varias formas de economía cooperativa, como la producción, el suministro y la comercialización, el crédito y el consumo en las zonas rurales, son economías socialistas de propiedad colectiva de los trabajadores. Los trabajadores que participan en organizaciones económicas colectivas rurales tienen derecho a explotar tierras privadas, colinas privadas, negocios familiares secundarios y criar ganado privado dentro del ámbito prescrito por la ley.
Diversas formas de economías cooperativas en artesanía, industria, construcción, transporte, comercio, servicios y otras industrias en ciudades y pueblos son todas economías de propiedad colectiva de los trabajadores socialistas.
El Estado protege los derechos e intereses legítimos de las organizaciones económicas colectivas urbanas y rurales, y fomenta, orienta y ayuda al desarrollo de la economía colectiva.