Poemas sobre el reencuentro del Festival del Medio Otoño y los seres queridos desaparecidos
Festival del Medio Otoño, reunión, extrañar a sus seres queridos hace que sea difícil calmarse.
Ver el hogar y la reunión familiar desde los confines del mundo se ha convertido en un deseo de lujo.
La luna es redonda, plateada, nostálgica y desconsolada.
A miles de kilómetros de distancia, un sinfín de preocupaciones, voces y sonrisas siguen vivas en mi mente.
El tiempo vuela, el tiempo vuela, y con mis seres queridos a mi lado, no me arrepiento en esta vida.
Extraño mi hogar, sueño, rezo por la paz y te extraño infinitamente.
Los pasteles de luna son dulces y fragantes, transmiten calidez, envían mensajes a los familiares y disfrutan de la vida familiar.
Levanten su copa ante la brillante luna, celebren juntos el festival y deséenles a sus seres queridos paz y felicidad.
El tiempo vuela, el tiempo vuela, la reunión familiar se convierte al final en un lujo.
Las nostalgias, los sueños y los anhelos infinitos permanecerán inalterables en esta vida.
En esta noche de reunión del Festival del Medio Otoño, extraño a mis seres queridos y mi corazón está retorcido.
Envíen un mensaje al cielo, queridos familiares, que se encuentren bien y permanezcan en sus corazones para siempre.
La luna es redonda y brilla con una luz plateada. Extrañaré a quien amo por el resto de mi vida.
No importa en qué parte del mundo estéis, siempre os extrañaré, mis queridos familiares.
La historia de la nostalgia:
En un remoto pueblo de montaña, vivía un joven llamado Xiao Ming. Trabaja fuera de la ciudad y está ocupado en el trabajo. No ha estado en casa desde hace mucho tiempo. Cada vez que ve la luna brillante fuera de la ventana, no puede evitar pensar en sus familiares en su ciudad natal y en esos buenos momentos.
En el Festival del Medio Otoño de este año, Xiao Ming decidió dejar su trabajo temporalmente y regresar a su ciudad natal para ver a sus parientes perdidos hace mucho tiempo. Compró el billete, se puso la mochila y emprendió el viaje a casa lleno de ilusión y emoción.
Después de varias horas de conducción, Xiao Ming finalmente regresó a su ciudad natal. Se sorprendió al ver los cambios en su ciudad natal y sintió una inexplicable sensación de intimidad. Caminó por los callejones que una vez conoció y vio el lugar donde jugaba cuando era niño. No pudo evitar derramar lágrimas de emoción.
Cuando llegué a casa, la madre de Xiao Ming había preparado una cena suntuosa. Al mirar a su hijo perdido hace mucho tiempo, su rostro se llenó de una sonrisa feliz. Xiao Ming probó la comida preparada por su madre y sintió la calidez y la felicidad del hogar.
En los días siguientes, Xiao Ming visitó el hermoso paisaje de su ciudad natal, se reunió con familiares y amigos y pasó un tiempo feliz juntos. Aunque duró poco, este viaje a casa fue algo que Xiao Ming nunca olvidaría.
En esta noche del Festival del Medio Otoño, Xiao Ming sintió nostalgia. Sabía que no importaba dónde estuviera, no importaba lo lejos que estuviera, su ciudad natal y sus familiares siempre serían la preocupación y el anhelo en su corazón.