Firma personal sobre música

Cada canción cuenta una historia; cada nota registra un estado de ánimo. Historias sobre músicos, deambulaciones y fe. Llevando mi berek a la espalda, desde el mar Egeo hasta Escandinavia, cruzando montañas y crestas para encontrar el paraíso en mi corazón. A la luz roja de la mañana del Adriático, los trovadores cantaron las canciones de Safo. Hay viento que sopla desde una época lejana, aquellos días de arpas de cuatro cuerdas. En un callejón serbio, un barbero barbudo se enamora de la hija de un sacerdote. Vaya a la izquierda después de salir del teatro, debajo del octavo árbol de alcanfor en el Bloque 2, hay una cafetería llamada "D Major". Pasando por un campo de girasoles en flor. Pensando en Van Gogh y Mozart, la plaza limpia y clara de Praga al anochecer, las monedas de oro de la Fontana de Trevi brillando. Monta a caballo por Peter Prairie y escucha el piano de Chopin llorar en la noche oscura. Cuántas melodías fluían por el profundo río Rin. No. 272, Bonn Lane, ventana verde oscuro con Beethoven tocando a la luz de la luna en el interior. ¿Quién es? Canta una vieja canción en irlandés al anochecer. Las notas del artista errante caían de las teclas del acordeón y caían sobre la hierba, las flores silvestres, los cerros y los pueblos. Conoce a un pastor con sus ovejas en un valle donde arden flores silvestres y escúchalo contar la música de Píndaro. Sentado en el castillo, escuchando a los ruiseñores cantar bajo el sol. El caballero bajo la luz de la luna, susurrando, ¿salvará al prisionero de Zenda? El ritmo del caminar, de la búsqueda y de la vida se ha debilitado... se ha desvanecido... El sueño se desdibuja o es un suspiro en los años, suspirando suavemente todo el desamparo del tiempo. El atardecer en mi memoria está colgado en la pared cubierta de hiedra, en la pared. Allí vive mi profesora de violín de infancia. Recuerdo que en aquella época yo quería ser músico y andar vagando con mi música. Érase una vez todos imaginábamos que la música era tan pura como las historias. Érase una vez, la música y las historias continúan...