Colección de citas famosas - Colección de versos - ¿Qué acompañamiento se debe utilizar para las recitaciones de poesía entre profesores y alumnos?

¿Qué acompañamiento se debe utilizar para las recitaciones de poesía entre profesores y alumnos?

Maestro, gracias por tu amor desinteresado.

Despertó mi autoestima dormida,

Alimentó mi confianza perdida en mí mismo,

Encendió mi fuego ideal apagado,

Me instó; embárcate en un nuevo hito...

Utilizas tus talentos como motivación,

lezas las velas de la búsqueda de conocimientos de los niños;

pones tu amor se convierte en sol, iluminando cada rincón del corazón del niño.

Maestro, tu amable crítica,

Me siento feliz cuando la huelo

Tu sincera enseñanza,

Me he beneficiado; mucho poco profundo.

Reflejas la sabiduría del alma como el sol de la mañana.

Tú nos guías como una brújula.

Con todo tu amor,

teñí el color de mi juventud

Con tu firme convicción,

déjame ser tu carácter; inquebrantable,

Gracias maestro.

Está lloviendo. Varios pequeños paraguas desaparecieron al final del pasillo. Bajo el paraguas, un grupo de alumnos de primaria caminó apresuradamente hacia la casa de la maestra.

La profesora lleva varios días enferma. En ese momento, estaba acostado en la cama y me di cuenta de que tenía el cabello despeinado, su rostro pálido, sus cejas ligeramente fruncidas y sus ojos ligeramente cerrados, mostrando una mirada dolorosa.

"Maestro", llamaron los alumnos en voz baja. Las cejas fruncidas del maestro se relajaron, revelando sus amables ojos como antes. "Maestro, ¿te sientes mejor?" "Maestro, te extrañamos." "Maestro..." Los estudiantes se saludaron en varias direcciones. Aunque parecía un poco caótico, ¡esto era lo que decían!

La maestra ignoró la disuasión de los estudiantes y se sentó en la almohada para preguntarles a todos sobre su estado de estudio. Cuando supo que todos estaban estudiando bien, el maestro tenía una sonrisa feliz en su rostro.

En este momento, los estudiantes sacaron las frutas una a una como por arte de magia. La maestra dijo: "Estoy muy feliz de que mis compañeros vinieran a visitarme, pero no deberían comprarme fruta". Cuando la maestra se negó, los estudiantes le llevaron una gran manzana pelada a la boca. Al mirar las lindas caras sonrientes, la maestra mostró una sonrisa feliz...

La lluvia sigue cayendo. Esta lluvia continua condensa los sentimientos entre profesores y compañeros, convirtiéndolos en una corriente cálida, que desemboca en los corazones de profesores y compañeros...