¿Cuáles son los beneficios de comer manzanas regularmente?
Las manzanas tienen dimensiones míticas, desde Adán y Eva hasta la manzana dorada donada a Afrodita en París, desde William Taylor hasta el símbolo de Nueva York. De hecho, ocupa gran parte del mercado: es la fruta más consumida en Italia y la segunda en Estados Unidos.
Tan popular que el dicho popular dice: “Una manzana al día mantiene alejado al médico”. Como todas las verduras, hace un gran trabajo, de eso no hay duda. Pero los científicos han recopilado mucha evidencia detallada utilizando los métodos de Newton.
Frutas nutritivas
La primera sorpresa es el control de peso. Según un estudio, la fibra de manzana puede ralentizar la digestión y ayudarte a sentirte lleno. Después de realizar un seguimiento de aproximadamente 134.000 hombres y mujeres durante 24 años, los investigadores descubrieron que comer frutas ricas en fibra con un índice glucémico bajo, especialmente manzanas y peras, se asociaba con un menor aumento de peso con el tiempo.
Alimento prebiótico
Las manzanas también tienen una fibra especial, la pectina, que es un fertilizante para la flora intestinal: aporta nutrientes a los microorganismos y favorece el desarrollo de especies beneficiosas. ¿Qué son los prebióticos? El adulto promedio transporta 200 gramos de microorganismos por kilogramo, la mayoría de los cuales permanecen calientes en el colon, donde los nutrientes se absorben y pasan al torrente sanguíneo, expulsando los alimentos no digeridos. En todas estas operaciones, las bacterias que albergamos nos ayudan a través de reflejos positivos de salud en la parte inferior del abdomen.
La pectina es fermentada por amigos microbianos en el colon, produciendo ácidos grasos de cadena corta que actúan como un bálsamo para nuestras paredes intestinales y pueden actuar como un escudo para ayudar a prevenir enfermedades intestinales.
En las manzanas, esta fibra soluble tiene la capacidad de solidificar el espacio entre una célula y otro tejido vegetal. Quienes cocinan lo conocen y lo utilizan como espesante y gelificante en la preparación de confituras y mermeladas. La pectina también se encuentra en la naturaleza en el albedo, la parte blanca bajo la piel de los cítricos, las ciruelas y, en menor medida, los arándanos, las fresas y las cerezas.
Reducir el colesterol
Las manzanas también son ricas en otro compuesto saludable, la quercetina, un flavonoide con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Esta sustancia también parece proteger el corazón y su equipamiento. Hace ya dos años, una revisión de cinco ensayos clínicos sobre el nutriente relacionó el consumo con la reducción de los triglicéridos y el colesterol LDL, lo que se conoce como efectos adversos.
Además de quercetina, las manzanas también contienen otra molécula inteligente, la fisetina. Pero el equipo de polifenoles alcanza su punto máximo en la cáscara. Por eso es una buena costumbre no desechar las cáscaras y evitar lavarlas con agua corriente (incluso si el producto es orgánico).
Como afirman expertos de prestigiosas universidades como la Universidad de Harvard, los beneficios para la salud de comer frutas y verduras superan los riesgos potenciales de las cantidades mínimas de pesticidas que pueden quedar, por lo que no se debe disuadir a las manzanas de formar parte de un dieta saludable.