El lema de la obra tiene su origen.
Este lema expresa una idea importante, es decir, los gerentes y líderes deben elegir un estilo de liderazgo que se adapte a ellos en función de sus propias fortalezas y habilidades. Si una persona es buena pensando, juzgando, descubriendo y resolviendo problemas, entonces es apta para pensar, planificar y gestionar. Estas tareas generalmente requieren capacidad intelectual para completarse, por lo que estas personas pueden denominarse "trabajadores". Son responsables de la gestión del personal, la planificación de estrategias, la programación de recursos, etc. Aquellos que son físicamente fuertes, trabajadores y aptos para el trabajo manual y operativo se denominan "trabajadores". Son responsables de gestionar el trabajo de las personas, como la agricultura, la construcción de ingeniería, el transporte, etc.
Aunque este proverbio proviene de la antigüedad, todavía tiene cierto significado práctico y guía a las personas sobre cómo elegir una carrera y un estilo de trabajo adecuados de acuerdo con sus propias fortalezas y habilidades.