Los entresijos del conflicto palestino-israelí
El origen del conflicto palestino-israelí
Hacia el siglo XX a.C., los cananeos semíticos de la Península Arábiga se asentaron en Palestina y se convirtieron en los primeros residentes de la zona. A finales del siglo XIII a.C., también llegaron aquí los hebreos y establecieron el Reino Hebreo en el siglo XI a.C. Desde entonces, Palestina ha estado ocupada y gobernada por asirios, babilonios, persas y romanos. En el siglo I a. C., después de que el Imperio Romano gobernara la zona, los judíos fueron expulsados de la zona y esparcidos por todo el mundo. En el siglo VII d.C., Palestina pasó a formar parte del Imperio Árabe. Después de que los árabes derrotaron al Imperio Romano y se apoderaron de Palestina, continuaron invadiendo y fueron asimilados por los pueblos indígenas locales, formando gradualmente los árabes palestinos modernos. En el siglo XV d.C., el Imperio Turco Otomano comenzó a gobernar Palestina.
La cuestión de Oriente Medio involucra tanto la cuestión palestina como la disputa árabe-israelí, siendo la cuestión palestina su núcleo. El movimiento sionista en Europa surgió a finales del siglo XIX, defendiendo que los judíos regresaran a su tierra natal, Palestina, para establecer su patria. Posteriormente, muchos judíos comenzaron a emigrar a Palestina. Durante la Primera Guerra Mundial, Gran Bretaña tomó el "poder mandatario" sobre Palestina del Imperio Turco Otomano, que había gobernado Palestina durante más de 400 años, y dividió la tierra en partes este y oeste con el río Jordán como límite. una parte se llamaba Transjordania (hoy Reino de Jordania), y el oeste todavía se llama Palestina (hoy Israel, Cisjordania y la Franja de Gaza). En 1917, Gran Bretaña emitió la famosa "Declaración Balfour", que permitía a los judíos regresar a Palestina y establecer un "hogar judío". Durante la Segunda Guerra Mundial, debido a la política del Holocausto de la Alemania nazi, un gran número de judíos hicieron todo lo posible por emigrar a Palestina y chocaron constantemente con las autoridades gobernantes británicas y los árabes locales. En noviembre de 1947, las Naciones Unidas aprobaron la Resolución 181 sobre la partición de Palestina, estipulando el establecimiento de un Estado árabe y un Estado judío en la zona, y la ciudad de Jerusalén como ciudad internacional. Los judíos establecieron el Estado de Israel el 14 de mayo de 1948, pero los árabes persistieron en su oposición y finalmente no establecieron el Estado. El conflicto árabe-israelí siguió intensificándose y estallaron cuatro guerras a gran escala en 1949, 1956, 1967 y 1973. Durante la guerra, Israel no sólo ocupó la tierra asignada a los árabes por las resoluciones de la ONU, sino que también ocupó la península del Sinaí, los Altos del Golán, el sur del Líbano y toda la ciudad de Jerusalén. Casi 1,5 millones de palestinos huyeron de sus hogares y se convirtieron en refugiados.