La clásica poesía inglesa de Frost
El árbol está frente a mi ventana.
El árbol delante de mi ventana, el árbol de la ventana,
Cuando cae la noche, mi cinturón se baja;
Pero nunca bajes las cortinas
Entre tú y yo.
Sueño borroso - cabeza levantada del suelo,
Las nubes la siguieron,
No todo tu suave lengua habla en voz alta
Podría ser profundo.
Pero, oh árbol, te veo dando vueltas,
Si me hubieras visto mientras dormía,
cuando me llevaban y me arrastraban , me has visto
Casi perdido.
Ese día ella juntó nuestras cabezas,
El destino tenía su propia imaginación para ella,
Tu cerebro está tan concentrado en el exterior,
En mi corazón, el clima.
El árbol está frente a mi ventana, el árbol está frente a mi ventana,
Cuando cae la noche, bajo la ventana;
Pero yo Nunca corras las cortinas.
Entre tú y yo.
El sueño vago surge primero del suelo,
Casi todo llega a las nubes,
No todo lo que dijiste.
Puede mostrar profundidad.
Pero árbol, te veo balanceándote,
Si me has visto durmiendo, entonces también has visto mi dolor.
Todo está perdido y disperso.
Fate usó su imaginación ese día,
Lluvia de ideas,
Tu cabeza está demasiado preocupada por el clima afuera,
Yo Está relacionado a calefacción y refrigeración interior.
Un poema inglés clásico de Robert Ross: De pie a caballo por el bosque en una noche nevada.
Creo saber de quién es este bosque,
aunque su casa está en el pueblo.
No me verá parar aquí,
mirando su bosque cubierto de nieve.
A mi pony le debió parecer extraño,
Se detuvo cuando no había ninguna granja cerca,
Entre el bosque y el lago glacial,
La noche más oscura del año.
Tocó el timbre de su arnés,
preguntó si había algún error.
Los únicos otros sonidos eran los barridos,
la suave brisa y los copos de nieve arremolinándose.
Los bosques son preciosos, oscuros y profundos,
pero tengo una promesa que cumplir,
Aún me queda un largo camino por recorrer antes de quedarme dormido. ,
Aún queda un largo camino por recorrer antes de quedarme dormido.
Creo que conozco al dueño de este bosque,
pero su casa está en el pueblo.
No me verá aquí aparcado,
mirando su bosque nevado.
Mi pony debe pensar que es salvaje. Don era raro,
detente, no había nadie cerca de la granja,
en el bosque y junto al lago helado,
en la noche más oscura del año.
Agitó la campana que llevaba alrededor del cuello,
preguntando si había algún error.
El único sonido que pasaba volando,
era la suave brisa que soplaba suaves copos de nieve.
Los bosques son preciosos, aunque oscuros y lejanos,
pero he decidido cumplir mi promesa,
Aún tengo mucho que poner al día antes yendo a la cama.