¿Cuántas formas existen de fortalecer los huesos?
Con cada paso que das, se ejerce más gravedad sobre tus huesos. Cuando una persona está enferma y postrada en cama, sus huesos apenas pueden soportar la presión, por lo que se vuelven quebradizos y propensos a romperse. Desde el primer paso tras levantarse de la cama, la dureza ósea comienza a recuperarse. Al fortalecer su nutrición para fortalecer sus músculos y huesos, solo está haciendo una cosa. Otras formas de ejercicio, como cargar peso y tomar sol, pueden refrescar todas las células óseas, rejuvenecer el cuerpo y acelerar el metabolismo.
En primer lugar, el ejercicio con pesas es la mejor opción para tener huesos fuertes. El primer ejercicio con pesas puede rejuvenecer todo el esqueleto y los resultados serán visibles en 3 minutos. ¡Qué increíble! Los investigadores dicen que si las personas entendieran los beneficios del ejercicio para sus huesos, lo practicarían dos veces al día, a veces de manera constante. La actividad física, especialmente la actividad con carga ligera, puede reducir la posibilidad de fracturas y el riesgo de osteoporosis.
Prepárate antes de hacer ejercicio y mueve tus articulaciones para evitar lesiones. Estirar durante 1 a 2 minutos puede prevenir lesiones y hacer que tu desempeño sea más perfecto. El ejercicio preparatorio puede acelerar el flujo sanguíneo, permitir que los huesos y músculos estén completamente nutridos de antemano y aumentar la temperatura corporal. Los músculos y huesos serán más elásticos y resistentes, reduciendo el riesgo de lesiones.
Cualquier forma de ejercicio es buena para los huesos, como el aeróbic, el baile de jazz, caminar, andar en bicicleta, hacer senderismo, nadar o jugar al tenis. No utilice las escaleras mecánicas ni el ascensor para subir las escaleras. Se recomienda especialmente el trampolín. Puedes practicar en un pequeño trampolín en casa. Al saltar, la gravedad que soportan los huesos aumenta significativamente, lo que puede estimular el metabolismo celular de manera más efectiva que caminar o caminar.
En segundo lugar, nutrir los huesos con alimentos es la base para unos huesos fuertes. Los huesos son la estación de transferencia de calcio más grande entre todos los tejidos de nuestro cuerpo. El metabolismo del calcio aquí es muy activo y la desmineralización y el depósito de calcio en los huesos ocurren todo el tiempo. En otras palabras, el calcio óseo se consume y repone. Para reponer el calcio consumido es necesario ingerir una gran cantidad de calcio fresco. Por supuesto, además del calcio, se deben consumir otros nutrientes. Consuma alimentos ricos en vitamina D para ayudar a fortalecer los huesos, como la caballa, el salmón, el fletán, el atún, el bacalao, el salmón y las sardinas. El hígado, los riñones, la leche, los huevos y los cereales también son ricos en vitamina D. El aceite de hígado de bacalao es un buen suplemento de vitamina D, pero no lo tome durante más de 1 semana, porque la acumulación excesiva de vitaminas liposolubles en los tejidos puede causar envenenamiento.
Los huesos también contienen grandes cantidades de magnesio. ¿Por qué no picar entre horas unas pipas de calabaza, almendras, anacardos, cacahuetes, avellanas, nueces o girasol? Ambos son ricos en magnesio.
La naturaleza almacena grandes cantidades de vitamina B12 en los osteoblastos, que están conectados a un laberinto de vasos sanguíneos de kilómetros de largo. Es a través de este método que la vitamina B12 ingresa a las células óseas y participa en la formación de hueso nuevo. El hígado, los riñones, la carne y el pescado son ricos en vitamina B12. Los vegetarianos también pueden obtener suficiente vitamina B12 comiendo kimchi o yogur, porque estos alimentos producen moléculas de vitamina B12 después de la fermentación.
La vitamina K se encuentra en la col, las espinacas, el brócoli, las verduras para ensalada, las judías mungo, los pepinos y la coliflor e interviene en la combinación del calcio y la vitamina D. No olvides que tus huesos necesitan vitaminas, minerales y vitaminas. todos los días una variedad de nutrientes saludables como aminoácidos, no solo los mencionados anteriormente.
Además, tomar el sol también es una forma de ocio buena para los huesos. Porque para nuestro cuerpo el sol no es sólo una cálida bola de fuego, sino también un dios que nos controla o domina. Como los fotones del sol no tienen energía fisiológica y no pueden participar directamente en el metabolismo humano, la naturaleza inventó la molécula de vitamina D. La vitamina D es un transmisor y convertidor de energía solar y se sintetiza en las células de la piel que contienen colesterol. Bajo la acción de la vitamina D, las células de la piel transfieren la energía del enorme cuerpo celeste, el sol, a los núcleos de las 7 × 10 13 células de nuestro cuerpo, donde actúa como factor de transcripción para estimular los genes y promover el metabolismo celular. Por eso es importante tomar un poco de sol. Cuanto más envejeces, más luz solar necesitan tus huesos.