Han pasado muchos años y todos hemos crecido, pero vuestras sienes se han vuelto grises. Sólo nos queda decirte: amor correspondido, maestra, ¡gracias! Una vez se me presentó una preocupación sincera, pero no la aprecié. Si Dios puede darme otra oportunidad, te diré: ¡Gracias maestro! Que calidez, alegría y felicidad... nuestra maestra favorita, que seas tan feliz como una flor fragante. El momento de pagarle a tu maestro no es ayer ni mañana, sino ahora, hoy. "¡Felices vacaciones, maestra!" Maestra, hay una historia de un niño travieso escondido en cada cabello blanco tuyo. Que nuestras bendiciones traigan un poco más de consuelo a tu sonrisa. Cuando entré por la puerta de la escuela, me brindaste un cuidado infinito; cuando salí por la puerta de la escuela, lo diste todo basándose en tu experiencia. Maestro, ¡tienes suerte! Extrañarte convertirá mis pensamientos en hermosos deseos y te los traerá en la distancia... la maestra que una vez me dio sol, lluvia, rocío y brisa primaveral. Este día es tu orgullo; tener melocotones y ciruelas por todo el mundo es tu orgullo; la relación pura profesor-alumno es tu mayor riqueza. Maestro, eres una vela.