Poemas modernos del tiempo
La vida dura cien años y los cambios se producen en un instante.
El mundo de los mortales es próspero y la luna en el agua refleja las flores.
El ayer ya pasó, la prosperidad ha cesado, las frías montañas quedan sin agua, y la maleza está desolada.
Los años son largos y el mundo es incierto. Mira el paisaje e ignora la tristeza.
A medida que pasa el tiempo, los héroes van falleciendo.
Qué triste, ¿cómo se puede revertir la alternancia de las cuatro estaciones? Sin embargo, cuando llega el otoño, las hojas se vuelven amarillas y el rocío de la mañana se seca fácilmente, ¿no se entristecerán y derramarán lágrimas quienes lo vean y oigan?
Me alegro de ver árboles muertos a principios de la primavera, me da miedo el verano caluroso y seco, me entristece ver las hojas caídas en el fuerte otoño y me entristece ver mi ropa sola en el frío intenso. Cada vez que pienso en esto, me detengo en el paisaje, lo que me hace sentir tarde en la vida. Poco a poco me fui preocupando, desilusionando y frustrando. Si todo en el mundo fuera así, ¿no sería una vergüenza para Dios?
Las flores de ayer se fueron, hoy morirán jóvenes. Ayer la tienda estaba cálida y las borlas estaban calientes, pero esta noche no hay ningún lugar donde quedarse. Tal belleza tiene la cabeza blanca, pero sonríe tontamente porque alguna vez fue romántica. El tiempo es lo suficientemente despiadado como para exagerar la belleza y hacer que su cabello se vuelva gris en un instante.
Los años de juventud pasan muy rápido, como cientos de ríos que desembocan en el Mar de China Oriental pero nunca regresan al oeste. Si los cielos son lamentables, los deseos largamente anhelados se cumplirán y el largo río del tiempo regresará repentinamente hacia el oeste. También debe ser el momento en que las flores de primavera se marchitan y las bellezas mueren de vejez.
Piénsalo, preocúpate, ódialo y llora por ello.
La vida es como un sueño. En el sueño recogía flores con mis propias manos y cuando despertaba me lamentaba de mi vida.
El ciclo de la vida y la muerte se refleja en el espejo. Ayer todavía jugaba en el agua con los pies descalzos, pero esta noche volveré temprano a casa porque sueño con la primavera.