Más allá de la montaña está el mar.
Mirar las montañas era un hábito.
Me gusta estar con mi abuelo bajo el viejo algarrobo frente a la puerta, frente a las montañas.
"Abuelo, ¿qué hay al otro lado de la montaña?"
El abuelo se acarició la barba gris y dijo con una sonrisa
"Ahí está el mar ¡al otro lado de la montaña!"
Inclinémonos y miremos juntos hacia otro lado.
Aquella noche tuve un sueño.
En el sueño, la marea sube y baja, la playa de color blanco plateado y un velero.
Me desperté en la alucinación de un sueño.
Cogimos el único alimento seco que teníamos en casa y partimos.
Quiero escalar esa montaña.
Las montañas son altas y los caminos están lejos, las montañas y el cielo están conectados, y luego las montañas y el cielo están estrechamente alineados.
A excepción de los acantilados, hay espinas y acantilados bailando orgullosos por todas partes.
Mis pies subieron a la cima de la montaña.
Cuando subí a la montaña sorprendido, lloré.
La otra cara de la montaña, o una montaña tras otra, se extiende hasta el infinito.
Corrí a casa llorando.
"El abuelo me mintió. El abuelo me mintió. Todavía hay una montaña allí."
El abuelo eligió el alivio.
"Más allá de las montañas está el mar. Mi abuelo también lo decía."
A partir de entonces, ya no miré más a las montañas.
Sé de qué lado de la montaña está la montaña.
El abuelo estaba solo junto al viejo y vigoroso algarrobo, hablando como eternas palabras filosóficas.
He crecido.
La cintura del abuelo está tan doblada como una vieja langosta.
Mi abuelo y yo estábamos parados bajo el viejo algarrobo.
El abuelo todavía se acariciaba su escasa barba blanca y decía con calma
"Al otro lado de la montaña está el mar".
Nunca volveré a gritar. Sé que más allá de la montaña está el mar.
Camino de alta montaña, el camino de alta montaña es peligroso
Las montañas y el cielo ya no son mis grilletes.
Buscando entre las montañas y el cielo
Es difícil medir los obstáculos
Recuperar la fe original que se ha transmitido durante miles de años.
Las montañas están frente a mí y las montañas detrás de mí.
El tiempo bendice el coraje.
Una expectativa del destino
Cuando amanece
El mar está a mis pies.
Tan vasto y sin embargo tan lejos
El mar llena mi corazón de una sensación de amplitud.
"¡Grandpa Mountain es el mar aquí!"