Poesía: Primavera
Luz en el cielo
Tú nos iluminas.
Danos una vida cálida.
Pero no vivimos para ti.
Solo vivimos para nosotros mismos.
Sólo una breve mañana de primavera.
Por favor, perdóname.
Que vivas en paz y felicidad en este prístino centro.
Te sientas en medio del sol, afilas tu hacha y la dejas brillar.
Que me perdones en una mañana tranquila.
Ponme en el centro luminoso
¿Puedo caminar contigo en esta mañana tranquila?
Olvídate de toda poesía
Viviré en paz en el centro, como tú.
Afila su hacha cada vez más brillante, come, trabaja, baila.
Sumérjase bajo el sol.
Por el camino pasan las ovejas, pasan en rebaño las almas de las ovejas.
En el camino que recorre el leopardo, las almas del leopardo pululan.
¿Dónde está el paso para nosotros los humanos?
Un hacha que se siente afilada
¿Tan ligera? En mi pecho
Cuanto más pulido, más brillante se vuelve.