Lo que la escoria le dijo al maestro
Me alegra mucho saber que me enseñará este año. A principios de este año quería hablarte de mi corazón y hacerte saber mis necesidades. Espero que dentro de este año pueda aceptar bien tus enseñanzas y al mismo tiempo dejarme admirarte y amarte desde el fondo de mi corazón.
Primero, maestro, espero que sea una persona emocional, no solo una máquina de enseñar.
Maestro, por favor no sólo enseñe, sino también enséñenos a comportarnos.
Maestro, tráteme como a una persona, no solo como un número en su cuadro de mando.
Maestro, por favor no mire sólo mis calificaciones, sino también mis esfuerzos. (Lectura en prosa: www.sanwen.net)
Maestro, por favor siempre dame un poco de ánimo y no permitas que tus exigencias superen mis capacidades.
En sexto lugar, maestro, no me obligue a considerar el aprendizaje como el mayor placer de la vida; al menos para mí, aprender no es necesariamente divertido.
7. Maestro, no espere la clase que me gusta, al menos para mí, otras clases pueden ser más interesantes.
Maestro, ayúdeme a aprender a pensar y juzgar por mí mismo en lugar de simplemente recitar respuestas.
Maestro, tenga paciencia y escuche mis preguntas. Porque sólo si estás dispuesto a escucharme puedo aprender de ti y escuchar a los demás.
Maestro, mientras sea justo, sea lo más estricto conmigo posible. En la superficie, aunque estoy en contra del rigor, sé que necesito que seas estricto.
Maestro, no me tenga lástima si fracaso, especialmente en público. La lástima me hace sentir inferior.
Maestro, no utilice a otro compañero como modelo a seguir en clase. Probablemente lo odio a él y a ti por eso.
13. Maestro, si logro algo, no me utilices como ejemplo para los demás, porque eso me avergonzará.
Maestro, recuerde que alguna vez fue estudiante. ¿A veces olvidas cosas? ¿Eres el mejor de la clase?
15. Maestro, tú también necesitas aprender; si tú no aprendes, ¿cómo puedo aprender cosas nuevas de ti?
16. Maestro, estoy agradecido; pero no espere que le diga: Gracias maestro.
Por último, profesor, debe esperar que pueda progresar en mis estudios. Permítame también desearle éxito en la enseñanza. Tu éxito será la garantía de mi progreso, y mi progreso será la evidencia de tu éxito.
Un día es maestro, y al siguiente es padre. En septiembre y otoño, el jardín se llena de fragancia de canela, los compañeros se ríen y los profesores trabajan duro. Con motivo del Día del Maestro, me gustaría traer a todos los profesores y alumnos para desearles lo más lindo: ¡Sean felices todos los días y seremos obedientes!