Al poeta no le importa lo lejos que corras.
Señor, cuando estoy perdido, tú eres el suelo.
Señor, cuando estoy perdido, Tú eres la dirección.
Eres un refugio seguro cuando no tienes dónde descansar.
Estoy muy cansado, así que vine a verte.
Señor, sé que tú eres mi fortaleza.
¿Cuántas veces han ido y venido el viento, las heladas, la nieve, la lluvia y el frío?
Tu caña y tu cayado consuelan y guían.
Tú eres la fuerza de mi vida.
Señor, cuando estoy perdido, tú eres el suelo.
Señor, cuando estoy perdido, Tú eres la dirección.
Eres un refugio seguro cuando no tienes dónde descansar.
Estoy muy cansado, así que vine a verte.
Señor, sé que tú eres mi fortaleza.
¿Cuántas veces han ido y venido el viento, las heladas, la nieve, la lluvia y el frío?
Tu caña y tu cayado consuelan y guían.
Tú eres la fuerza de mi vida.
Señor, sé que tú eres mi fortaleza.
¿Cuántas veces han ido y venido el viento, las heladas, la nieve, la lluvia y el frío?
Tu caña y tu cayado consuelan y guían.
Tú eres la fuerza de mi vida.
Tú eres la fuerza de mi vida.