La poesía de Sun Yitong
Uno
hace polvo las espigas. Mientras masticaba profundamente, pasó la fuerte nieve y el globo atrapado por el viento inició su hermoso viaje. Las cigarras chirrían por todo el lecho del río y la gente se reúne en la orilla en otoño, en una gran hoguera, junto a los pajares emplumados, observando el regreso de los caballos y la luz de la luna rompiendo las cáscaras de los huevos.
¿Montar la marea de regreso a las profundidades del mar a cambio? Las medusas subieron a la montaña y cubrieron las ventanas, peces curiosos nadaron en la casa, el tiempo lavó el óxido al final de la habitación, la nieve cayó de las nubes en el dosel y vertieron su dulce amor en la botella.
En segundo lugar,
Los niños muertos escupen luciérnagas, arrastrando las almas muertas sobre la mesa, evitando los ladridos de los perros, fluyendo a lo largo de la niebla y las sombras de los árboles flotando en el océano desierto.
Tercero
La explosión oculta se tragó el polvo, una tela blanca voló por las grietas del cobertizo de madera y el elefante nunca llegó a mostrar su enorme cuerpo. La mano señaló con el dedo hacia el cañón.
Cuarto.
En el sueño sin fin, las paredes de arroz del cuenco están cubiertas de amuletos y nubes oscuras cubren los huesos de todos los seres vivos. El zorro murmura para sí mismo en la estúpida pendiente de la vela de la montaña, la bestia Nian en la estufa hiberna repetidamente, el hilo terminador corta las huellas de la tierra, la alga acuática enreda el viento y congela la recursión de los sueños, el pájaro en el pecho pasa por alto cien mil soles y se lleva relámpagos sumergidos y mareas de nubes.
Quitó los susurros de los dioses, quitó el ancla verde enraizada, quitó las canciones de amor oxidadas, quitó los agravios de las montañas y los campos, quitó los tesoros de oro y plata, quitó los ilusiones, quitó las huellas sonámbulas, quitó el fuego que la polilla no pudo apagar, quitó el nombre de todos, quitó el fósil del arcoíris.