Colección de citas famosas - Colección de poesías - Niña, quiero contarte un poema.

Niña, quiero contarte un poema.

Árbol, quiero decirte

Después de dormir todo el invierno, finalmente te despertaste y le dijiste a la gente con acciones que se acerca la cálida primavera.

El caluroso verano ya está aquí y tus ramas y hojas son más exuberantes, bloqueando a las personas de la fuerte luz del sol. Los transeúntes descansan debajo de ti, los niños juegan debajo de ti y algunos niños traviesos se balancean sobre ti, pero nunca te quejas y te sientes muy feliz y satisfecho.

Cuando sopla el viento fresco del otoño, tus hojas empiezan a ponerse amarillas y a volar como mariposas. Algunos flotaban hasta los campos y se convertían en fertilizante para los cultivos, otros flotaban hasta el río y se convertían en transbordadores para las hormigas, y otros flotaban hasta las casas y las ponían en cazadoras doradas.

En el frío invierno, la tierra cubierta de nieve parece haber entrado en el mundo del hielo y la nieve en un cuento de hadas. Aunque se te han caído todas las hojas, todavía estás de pie bajo la intensa nieve, esperando pacientemente la llegada de la próxima primavera, dando a la gente un rayo de esperanza.

Shu, quiero decirte: Has contribuido a la humanidad durante todo el año, pero nunca pides nada a cambio. Vale la pena aprender este espíritu de dedicación desinteresada.

Árbol, quiero decirte

Árbol, árbol, estoy cerca de ti. Pongo mi cara contra tu grueso tronco y quiero susurrarte mucho.

Cada primavera, te crecerán hojas verdes, como si llevaras un hermoso vestido verde, como si nunca fueras a envejecer.

En verano, eres como una sombrilla en el bosque, bloqueando el sol abrasador y dejando que los niños jueguen felices bajo tu torso.

En otoño, tus hojas caen de las ramas como mariposas volando. A los niños les encantan estas hermosas hojas. Se apresuran a recoger tus hojas y convertirlas en hermosas piezas de rompecabezas.

En invierno, aunque todas las hojas hayan caído, dejando sólo las ramas desnudas, tu cuerpo sigue en pie en la naturaleza mordiente, sin miedo a la nieve.

Tío, eres muy valiente. Quiero aprender de ti y ser un buen chico que no le teme a las dificultades ni al cansancio.

Árbol, árbol, quiero decirte...