Ratoncitos comen cáscaras de sandía en el río, primer grado.
Un día, el ratoncito paseaba por el campo. ¿Cómo puede flotar en el agua? Después de pensarlo durante mucho tiempo, todavía no hay manera. Pero una cáscara de sandía apareció en alguna parte y le dio al ratoncito una buena idea. ¿Por qué no utilizar cáscaras de sandía para hacer tablas de wakeboard? El ratoncito luchó por empujar la cáscara de la sandía hacia el río, pero ya estaba oscureciendo. El ratoncito tenía un poco de hambre, pero no había nada para comer excepto la cáscara de sandía. No sé cuándo, al ratoncito se le ocurrió una mala idea. Primero empuja la cáscara de la sandía en el agua para jugar con ella y luego cómela tanto como puedas. ¿No sería lo mejor de ambos mundos?
El ratoncito empujó la cáscara de la sandía al río y saltó. La cáscara de sandía y el ratón flotaron lentamente hasta el medio del río. El ratoncito se lo pasó genial, girando a la izquierda, girando a la derecha y volviendo a girar... Inconscientemente, el sol se había deslizado por la ladera.
El ratoncito llegó hambriento al medio del río. Si regresaba a la orilla en ese momento, podría desmayarse de hambre. El ratoncito ya no pudo controlarse más. Comer.
"Ji, ji - delicioso..." Como dice el refrán: Come y duerme. Los ratoncitos no son una excepción. Quizás no sepa que una mala suerte le sobrevendrá silenciosamente...
Esperanza de adoptar