Si su hijo fuera castigado corporalmente en la escuela, ¿se lo tragaría o le pediría comentarios al maestro?
En primer lugar, creo que en la sociedad actual es raro que los profesores azoten a los niños. Por supuesto, este también es un medio auxiliar para que los profesores eduquen a los niños. Como padres, debemos confiar en nuestros profesores y no armar un escándalo por un grano de arena o incluso ir a la escuela a cometer errores y alterar el orden normal de enseñanza. Los profesores generalmente no pegan a los niños sin motivo alguno. Pregunta por qué. Si los niños son traviesos, pueden jugar bien. Deberán agradecer a la maestra y continuar limpiando a sus hijos cuando lleguen a casa. Estos niños progresarán rápidamente.
Si el niño no se equivoca, el profesor debe saber por qué le pega al niño y solucionar cualquier problema si lo hubiera. El propósito es preguntar por qué, no armar un escándalo.
Si es una niña, si comete un error, pídale a la maestra que no le dé una palmada en el trasero, sino que le dé una palmada en la palma. Hombres y mujeres son diferentes.
Cuando un niño comete un error, el profesor quiere criticarlo y educarlo, y le pegará cuando se lo merezca. Los niños deben distinguir el bien del mal, tener un sentido del bien y del mal, tener un sentido de responsabilidad y aprender a pagar por su comportamiento incorrecto. Por tanto, la educación temática es necesaria.
Si un padre razonable, no importa cuál sea el motivo por el que el maestro golpea al niño, siempre que el niño no resulte herido, debe criticar al niño desde el punto de vista del maestro. Por un lado, es para proteger el WeChat del maestro frente a los niños, y por otro lado, es para decirles a los niños que la disciplina y el castigo del maestro son correctos. De esta manera, los niños obedecerán la disciplina del maestro, lo cual es beneficioso para el crecimiento futuro de los niños. Desafortunadamente, en la vida real, algunos padres, tan pronto como escuchan a sus hijos llorar porque el maestro los está golpeando, comienzan a pelear, irrumpen en la escuela, causan problemas e incluso golpean al maestro. Imagínese lo que pensará el niño en el futuro y el maestro lo disciplinará en el futuro. Este tipo de comportamiento brusco e impulsivo no sólo altera el orden de la educación escolar y la gestión docente, sino que también afecta el aprendizaje futuro y el crecimiento saludable de los niños en la escuela, lo que es perjudicial para todos. Espero sinceramente que todos los padres se calmen y "piensen antes de actuar" cuando se encuentren con este tipo de situación; de lo contrario, causarán un daño incalculable.