En la dinastía Han, las personas que cometían crímenes capitales podían comprar sus vidas con dinero. ¿Es esto cierto? ¿Existe alguna forma de evitar la muerte?
Es cierto que se compra la vida con dinero, y durante la dinastía Han existían otras dos formas de evitar la pena de muerte para los prisioneros. Por tanto, existen tres métodos: comprar una vida con dinero, perdonar al mundo y sustituir la pena de muerte por la castración.
El primer método: gastar dinero para comprar vida
Como dice el refrán, el dinero puede hacer girar el mundo. El significado de esta frase es que cuando una persona es rica, puede hacer muchas cosas, incluso cosas que la gente común no puede imaginar, y comprar la vida es una de ellas. Durante la dinastía Han, por razones económicas, los gobernantes idearon el método de comprar vidas para recolectar más dinero.
Sin embargo, la historia registra que se necesita medio millón para salvar a un pecador de la pena de muerte. De hecho, medio millón era mucho, el equivalente a las propiedades que poseía la clase media adinerada de aquella época. La dinastía Han se basó en esta ley para recaudar mucho dinero.
El segundo método: perdonar al mundo
Este método suele ocurrir en las primeras etapas del ascenso del emperador al trono. Según las regulaciones de dinastías pasadas, cuando cada gobernante llegue al poder, mostrará misericordia al mundo para mostrar su majestad. A menudo vemos este tipo de escenas en algunas series de televisión de disfraces y, por supuesto, hay otras situaciones.
Por ejemplo, cuando el país es próspero o hay algunas señales especiales en el cielo, el gobernante ordenará un perdón para mostrar su bondad, o para consolidar su gobierno y ganarse el corazón de más personas. mundo.
El tercer método: castración en lugar de pena de muerte
Todo el mundo sabe que los palacios antiguos eran muy grandes y requerían mucha gente de palacio, y cada persona de palacio necesitaba dinero. El dinero necesario para comprar un asistente de palacio no es mucho, pero no puede soportar una gran cantidad. Además, el tesoro en los primeros días de la fundación de la dinastía Han estaba relativamente vacío. Por lo tanto, se desarrolló un nuevo método: utilizar la castración en lugar de la pena de muerte, lo que permitió al palacio obtener una gran cantidad de mano de obra gratuita.