Un artículo aforístico sobre derrotarse a uno mismo
Texto:
En este mundo, no hay límites para nada. Mientras tengas coraje y determinación, podrás maximizar tu potencial y superar tus límites.
Si lo piensas bien, eso fue hace cinco o seis años, pero para mí parece que fue ayer. Esa noche fue muy normal, pero por una cosa no puedo olvidarla por mucho tiempo.
"Huh" una ráfaga de viento sopló en mi cara, y me quedé solo frente a la casa de mis familiares, sintiendo frío y hambre. Dije que me iría a casa inmediatamente después de jugar, pero como era muy divertido, nadie me llevó a casa hasta después de las siete. Ya era de noche y a mí, que sólo tenía 5 o 6 años, me costó mucho aceptarlo.
Hice lo mejor que pude para decirme a mí mismo que no pasaría nada, pero aun así no pude evitar pensar en los diversos monstruos que vi en la televisión. No puedo volver a casa solo, por muy familiar que sea el camino, aunque la distancia sea sólo de doscientos o trescientos metros, simplemente no puedo caminar.
El tiempo parece muy largo en este momento, el cielo se vuelve cada vez más oscuro, el viento es tan afilado como un cuchillo, soplando de un lado a otro "swish" "swish", mi cara parece haber sido arañada , y mi estómago ya tiene hambre. Todo esto me impulsó a tomar medidas.
"Guau guau..." Me sobresaltó el débil sonido de un perro ladrando a lo lejos. "Si no me voy, será demasiado tarde y oscurecerá más". Finalmente, di un paso adelante.
El camino es muy silencioso, un paso, dos pasos, tres pasos... Solo se oye el sonido de mis propios pasos en mis oídos, y el lugar circundante se llena de todo tipo de cosas en mi Imaginación, como si de repente hubiera un fantasma que aparecería al costado del camino y me llevaría lejos. Me sentí sin aliento, pero seguí caminando, cada vez más rápido, incluso volando...
Finalmente llegué a casa. Vi las cálidas luces de casa y las amables sonrisas de mis padres. Mis nervios tensos finalmente se relajaron. En ese momento, fue como si las flores estuvieran floreciendo y los pájaros cantaran en mis oídos.
Nunca olvidaré esta experiencia, porque fue en ese momento que superé mi miedo a la oscuridad y me di cuenta de que las dificultades no eran insuperables. Mientras demos el primer paso con valentía, podremos superar las dificultades y volvernos más fuertes.