Entiendo ensayo 600 palabras
La vida es como un camino, y la vida es el paisaje a lo largo del camino. A veces es principios de verano cuando el viento es hermoso y el sol canta, y las flores son fragantes; a veces es el frío invierno cuando sopla la brisa y la hierba está seca y las hojas están amarillas; Pero no importa qué tipo de paisaje sea, hemos aprendido y entendido mucho de él. En los 14 años de mi vida, he visto el hermoso comienzo del verano, pero descubrí que más a menudo era el invierno frío y desolado. Fue esto lo que gradualmente me hizo comprender cómo ser fuerte. Extraño mucho mi infancia y esos días inocentes y felices de cada día. Sin embargo, no esperaba que fuera tan breve. A medida que crezco, poco a poco entiendo muchas cosas. Entiendo que además de la felicidad, también hay tristeza en el mundo. Entiendo que además de la distancia, también hay separación. también pérdida. ¿Y qué puedo entender de esas cosas malas? En el aislamiento y la soledad, aprendí a ser fuerte. Poco a poco descubrí que en este camino de la vida siempre he estado sola, sin la ayuda de familiares ni el apoyo de amigos. Sin embargo, no tuve más remedio que seguir avanzando mecánicamente. Cuando estaba cansado, me detuve para descansar, pero me alejaba cada vez más de la persona que tenía delante. Después, aprendí a ser fuerte, porque sabía que la cobardía sólo me haría sentir más sola y sola. Empecé a correr sin parar por el camino de la vida, buscando a la persona que tenía delante. Cuando me cansé, dejé de detenerme. En medio del dolor y la tristeza, aprendí a ser fuerte. Cuando creces, la felicidad se va silenciosamente, dejando solo recuerdos del pasado; cuando sabes más, ya no tienes los pensamientos ingenuos de tu infancia, y lo que queda son sólo hechos crueles, el tiempo se va volando, y luego... Se va; son las cosas que alguna vez tuvimos, dejando solo arrepentimientos interminables. Incapaz de aceptar la realidad, porque la realidad es siempre dolorosa y triste. Después aprendí a ser fuerte. Sabía que ser débil sólo me haría perder más. Afronto la realidad con una sonrisa. Incluso si pierdo, tengo que decirme a mí mismo que no estoy triste. Ante todo lo malo, aprendí a ser fuerte porque no quería entristecerme más. Pero... En esa noche tranquila, las lágrimas de alguna manera siempre corrían secretamente por mi rostro, mojando la almohada silenciosa. No fue hasta el final que entendí que no se trataba de ser fuerte, sino de ser valiente. ¿Está bien esto?