Farmacología y toxicología de las tabletas de lamivudina
Efectos farmacológicos: Este fármaco es un análogo de nucleósido, código ATC: J05AF05. Lamivudina es un análogo de nucleósido que inhibe el VIH y el VHB. La lamivudina se metaboliza en lamivudina 5'-trifosfato en las células y su principal modo de acción es como terminador de cadena durante la transcripción inversa viral. El trifosfato mencionado anteriormente inhibe selectivamente la replicación del VIH-1 y el VIH-2 in vitro y también tiene un efecto inhibidor sobre el VIH resistente a la zidovudina. Lamivudina, cuando se usa en combinación con zidovudina, muestra un efecto sensibilizante contra la actividad anti-VIH-1 de aislados clínicos en cultivos celulares. La resistencia del VIH-1 a la lamivudina se manifiesta al cambiar la distancia entre el aminoácido M184V y la región activa de la transcriptasa inversa, acercándolos. Esta mutación se ha encontrado tanto in vitro como en pacientes infectados por VIH-1 tratados con terapia antiviral que contiene lamivudina. La variante M184V presenta una sensibilidad muy baja a lamivudina y muestra una menor capacidad de replicación viral en experimentos in vitro. Las pruebas in vitro han demostrado que los aislados virales que son resistentes a la zidovudina se vuelven susceptibles a la zidovudina cuando se vuelven resistentes a la lamivudina, pero aún no se ha determinado la relevancia clínica de este hallazgo. La resistencia cruzada de la transcriptasa inversa M184V se limita a los inhibidores de nucleósidos antirretrovirales. La zidovudina y la estanvudina conservan actividad antiviral contra el VIH-1 resistente a lamivudina. Abacavir conserva su actividad antiviral contra el VIH-1 resistente a lamivudina que contiene únicamente la variante M184V. La variante M184V es casi 4 veces menos susceptible a la didanosina y la zalcitabina, pero se desconoce la importancia clínica de este hallazgo. Las pruebas de susceptibilidad in vitro no se han estandarizado y los resultados de las pruebas varían según factores metodológicos. En experimentos in vitro, se ha demostrado que la lamivudina tiene una baja toxicidad para los linfocitos, linfocitos y monocitos de sangre periférica establecidos in vitro: líneas de macrófagos y diversas células progenitoras de la médula ósea. Experiencia clínica: Los ensayos clínicos han demostrado que la combinación de lamivudina y zidovudina puede reducir la carga viral del VIH-1 y aumentar el recuento de células CD4. Los datos del análisis de criterios de valoración clínicos sugieren que la combinación de lamivudina y zidovudina puede reducir significativamente el riesgo de progresión de la enfermedad y muerte del paciente. La evidencia clínica muestra que lamivudina más zidovudina puede retrasar el desarrollo de cepas resistentes a zidovudina en pacientes que no han recibido tratamiento antiviral previo. Lamivudina se ha utilizado ampliamente en terapia combinada con otros fármacos antivirales de la misma clase (inhibidores nucleósidos de la transcriptasa inversa) o de diferentes clases (inhibidores de proteasa, inhibidores no nucleósidos de la transcriptasa inversa). Múltiples terapias con medicamentos antirretrovirales, incluida lamivudina, no solo tienen efectos significativos en pacientes que nunca han recibido medicamentos antirretrovirales, sino que también pueden tratar a pacientes infectados con la variante del virus M184V. Se está investigando la relación entre la sensibilidad del VIH in vitro a lamivudina y la eficacia clínica. Los datos han demostrado que lamivudina es eficaz en el tratamiento de la infección crónica por VHB en adultos cuando se administra en una dosis de 100 mg una vez al día (para obtener detalles sobre los estudios clínicos, consulte las instrucciones de Heputin). Sin embargo, para el tratamiento de la infección por VIH, sólo se ha demostrado eficaz una dosis diaria de 300 mg de lamivudina (en combinación con otros inhibidores nucleósidos de la transcriptasa inversa). Actualmente no existen estudios específicos sobre este producto en pacientes con infección por VIH y VHB. Estudios toxicológicos En estudios de toxicidad en animales utilizando lamivudina, no se produjo toxicidad en órganos vitales a grandes dosis. En las dosis más altas se observaron efectos leves sobre los indicadores de función hepática y renal (a veces acompañados de una disminución del peso del hígado). Los efectos clínicamente relevantes observados fueron disminución del recuento de glóbulos rojos y neutropenia. Lamivudina no es mutagénica en ensayos bacterianos; sin embargo, como muchos otros análogos de nucleósidos, lamivudina es activa en ensayos de generación de células in vitro y ensayos de linfoma de ratón. Lamivudina no es genotóxica in vivo en concentraciones plasmáticas entre 40 y 50 veces superiores a los niveles plasmáticos clínicos esperados. Debido a que los efectos mutagénicos in vitro de lamivudina no pueden demostrarse in vivo, en general, lamivudina no representa un riesgo genotóxico para los pacientes tratados. Los estudios de carcinogenicidad a largo plazo en ratas y ratones indican que lamivudina no tiene ningún potencial carcinogénico relevante para los seres humanos.