Doy gracias al Señor toda mi vida.
Aunque soy sólo un grano de arena, estoy dispuesto a esparcirlo por diez caminos. Aunque nadie conozca mi existencia, estoy dispuesto a caminar en silencio con el Señor. Aunque soy sólo una cerilla, estoy dispuesto a encender una lámpara débil para el Señor. No importa cuánta oscuridad me rodee, no podrá detener mi luz. Gracias a Dios por darme vida preciosa y notas hermosas, para poder cantar para alabar al Señor. Incluso si sigo siendo desconocido por el resto de mi vida, incluso si dejo a un lado las riquezas de este mundo y paso toda mi vida alabando al Señor, esta es mi mayor felicidad.
Aunque no tengo una voz hermosa, mi voz está llena de lágrimas porque mi Señor entregó su vida por mí y no puedo corresponder a su bondad. Aunque no tengo posturas elegantes para bailar, estoy dispuesta a bailar para el Señor. Incluso si esta vida es tan corta, no puedo dejar de alabarle. Gracias Señor por darme vida preciosa y notas hermosas para poder cantar para alabar al Señor. Aunque permanezca desconocido toda mi vida, aunque deje de lado las riquezas de este mundo y paso mi vida alabando al Señor, ésta es mi mayor felicidad.