Me gusta la poesía en nuestra escuela.
Me encanta nuestra escuela. Ella es mi escalera hacia el éxito y mi camino hacia el éxito. Aquí el maestro acepta todos los conocimientos y pone todas las esperanzas en nosotros. En clase, el maestro nos impartió conocimientos vívidamente; después de clase, mis compañeros y yo pensamos detenidamente y completamos juntos las tareas asignadas por el maestro. Nuestra escuela ha capacitado a grupos de estudiantes destacados.
Esta es mi escuela, un hermoso y vibrante jardín, un mundo refrescante, un paraíso donde crezco.
Te amo, alma máter.
Caminé por el campus bajo los árboles verdes y miré todas las cosas familiares a mi alrededor. Los acontecimientos pasados están vívidos en mi mente y mi apego es incontrolable. ¡Ah, alma máter! Durante seis años he estudiado aquí, me he reído aquí y todo aquí es muy amigable. ¿Y cómo no perderme la idea de estar lejos de ti?
¿Todavía recuerdas la puerta de la escuela: hace seis años, la maestra nos condujo a los niños al campus con manos cálidas? A partir de entonces estudiamos y vivimos aquí, pasando de ser un niño ignorante a un joven adolescente. Son los arduos esfuerzos del maestro los que nos han elevado.
Nunca olvidarás el patio de la escuela. Fue aquí donde la maestra me ató al cuello un pañuelo rojo teñido con la sangre de los mártires, convirtiéndome en un joven pionero glorioso. Desde entonces, he comprendido que amar la patria, estudiar mucho y preocuparse por el colectivo son los principios básicos que todos nuestros estudiantes deben respetar. Las amables palabras del profesor todavía resuenan en mis oídos.
En la pizarra del aula, cuéntanos cómo el profesor hizo todo lo posible por impartirnos conocimientos y dejar que nuestras alas crecieran poco a poco. Siempre que damos un nuevo salto en el aprendizaje, la sonrisa de satisfacción del profesor es el mejor cumplido para nosotros.
Esta es mi maestra y mi alma mater. El tiempo de la separación se acerca cada vez más, pero siento que nuestra conexión se hace cada vez más estrecha. No importa cuánto tiempo pase, mi vida en la escuela primaria nunca se borrará de mi corazón. Cuídate aquí, querido maestro, querida alma mater, nuestros corazones están siempre juntos.