Soy un joven poeta ascendente y de buen corazón.
En mi corazón hay un sol;
Me calienta y me impulsa a progresar.
Me bañé bajo el sol y sentí la energía positiva.
Me enfrento al sol y soy un buen empleado y positivo.
¡Mi querida maestra!
Siempre recordaré tus enseñanzas;
Soy como un pollito,
¡Extiende tus alas y vuela en tus brazos!
¡Mi querida madre!
Siempre me acordaré de tus ojos;
Soy como una semilla,
germinando y creciendo fuerte en tus brazos.
¡Me enseñaste la bondad!
El amor es lluvia primaveral,
que nutre el corazón de los jóvenes.
Buen capullo,
excavado en la espesa tierra;
flores de acción de gracias,
han florecido silenciosamente, fragantes por todas partes.
Yo soy esa bandera,
ondeando al viento bajo el sol abrasador.
Yo soy el barquito,
Zarpa hacia el mar y navega lejos.
Que la tormenta y las olas,
no puedan sacudir mi deseo de belleza,
no puedan borrar mi poder ascendente.
El pañuelo rojo en mi pecho me dice que
la bandera nacional en alto me guía,
sigue adelante con valentía y esfuérzate por ser un buen chico.
Cómo guiar a los niños para que sean buenos adolescentes;
Las siguientes son mis sugerencias: En primer lugar, la llamada educación con palos definitivamente no es factible para los niños de hoy, así que p>
1. Dar ejemplo.
Delante de los niños los padres deben dar ejemplo, como levantarse a tiempo, no regañar, comer y jugar, etc. , deja que tus hijos vean que sus padres tienen principios y sus hijos estarán orgullosos de ti.
2. Sé audaz.
Aunque los padres cometan errores, deben tener el coraje de admitirlos. Este espíritu emprendedor puede contagiar profundamente a los niños.
3. Cumple tus promesas.
Los padres deben ser honestos y dignos de confianza delante de sus hijos, y deben cumplir las promesas que les hagan a sus hijos. Incluso si no se puede hacer algo, compénselo de otras maneras. No rompas tu promesa, de lo contrario afectará tu modelo a seguir en la mente de tus hijos.
4. Sé firme en hacer las cosas y no seas descuidado.
Los padres deben hacer las cosas rápidamente, no postergar las cosas y hacerlo lentamente. Con el tiempo, los niños seguirán el ejemplo de sus padres.
Los padres están educando a sus hijos para evitar los temblores repetidos.
Muchos padres tienen esta sensación: están sufriendo, pero sus hijos no les escuchan en absoluto. En cambio, fueron las palabras del padre en el momento crítico las que hicieron que el niño obedeciera. Se puede observar que hablar demasiado no necesariamente es efectivo. A la hora de educar o criticar a los niños hay que tener un método y ir al grano.