Les escribo desde un lugar lejano. Apreciación de la prosa.
1
Cada mañana veo a unas limpiadoras limpiando hojas caídas debajo de los árboles de la calle.
Esas hojas caídas son algunas viejas historias.
Un árbol sin historia es simplemente inimaginable.
Cada árbol con ramas y hojas frondosas va creciendo hacia arriba.
En este frío invierno, ¿qué hoja marchita soy para ti?
Después de esta temporada, ¿cuántas historias verdes cultivarás?
Estos poemas van cayendo de mi cuerpo uno a uno en forma de hojas caídas.
2
Al abrir un libro, cayó una hoja de ginkgo amarillenta.
Las hojas en forma de abanico y las venas en forma de abanico siempre apuntan al cielo.
Esta es una historia de hace muchos años.
Ahora, queda recogido permanentemente por un libro.
Cuántas veces te he visto flotando en mis poemas,
Sonriendo alegremente, degenerando poco a poco en unas palabras estériles.
3
A lo largo de los años, me he escapado de tus ramas una y otra vez, vagando en el viento y cantando bajo la lluvia.
Ahora, siéntate con un libro y escucha el sonido del tiempo que pasa.
¿No sabes que la vida se reencarna una y otra vez sin interrupción? ¿O es una ronda de espera?
¿No sé cuántas personas abrirán este libro y te leerán como a una flor?
¡O léeme como Zen!
4
¿Crees que el tiempo surgirá de la tierra y se convertirá en un árbol alto?
Tú y yo somos algunas de las hojas débiles, temblando y caminando en el viento,
Viajando duramente a través del tiempo, desde la juventud hasta la mediana edad, y luego otra vez a la vejez. .
Completamos todo el proceso de caminar sobre un árbol.
Cuando silenciosamente nos caemos de las ramas y somos aniquilados por el espeso polvo,
Alguien nos dice: la existencia es proceso, y el proceso es historia.
Estamos desapareciendo la historia.
5
Estando debajo de un árbol, vino el viento y todas las hojas danzaban.
¡Qué parecido a un grupo de peces nadando en las profundidades del mar!
El sol de invierno brilla moteado sobre las hojas.
Esas manchas son como unas escamas de pez tristes, y también como nuestra juventud fugaz.
Nadar, nadar.
Atravesar esta estación nadando, aunque seamos sólo un polvo volador.