Colección de citas famosas - Frases elegantes - Fui al Cementerio de los Mártires de Zhangzhou para barrer las tumbas.

Fui al Cementerio de los Mártires de Zhangzhou para barrer las tumbas.

El día antes del Festival de Qingming, todos los profesores y estudiantes participaron en una actividad muy significativa: visitar las tumbas del Cementerio de los Mártires. Los estudiantes, pulcramente vestidos con uniformes escolares y pañuelos de color rojo brillante, cada uno sosteniendo una pequeña flor blanca cuidadosamente elaborada, se alinearon solemnemente debajo del alto monumento. En el majestuoso himno nacional, escucharon al viejo abuelo del Ejército Rojo contando historias conmovedoras de las sangrientas batallas del Ejército Rojo...

A través de esta vívida clase de educación, en mi joven mente, gradualmente entendí el papel del Ejército Rojo. Genial y desinteresado. El Ejército Rojo es mi héroe. Durante los largos años de la guerra revolucionaria, innumerables héroes valientes y desconocidos murieron en el campo de batalla. Sacrificaron su juventud, su sangre e incluso sus preciosas vidas por la patria, el pueblo y la vida feliz de hoy. El pequeño héroe Wang Erxiao es miembro de la liga infantil. Para eliminar a los invasores, cubrieron los órganos de retaguardia y a miles de aldeanos, fingieron liderar el camino y condujeron a los enemigos al círculo de emboscada del Octavo Ejército de Ruta. Cuando el enemigo fue alcanzado, supo que lo habían engañado, por lo que mató a Wang Erxiao. Wang Erxiao fue sólo uno de los miles de mártires de la Guerra Antijaponesa. Es precisamente gracias al derramamiento de sangre y al sacrificio de estos mártires revolucionarios que tenemos la vida feliz que tenemos hoy.

Debemos apreciar los buenos tiempos ahora, estudiar mucho, nunca defraudar las expectativas de nuestros antepasados ​​y consolar a esos héroes que están enterrados en las tumbas con excelentes resultados académicos.

Mientras se pone el sol, la bandera roja de los Jóvenes Pioneros ondea con la brisa primaveral. De camino a casa, pensé que aunque la actividad de limpieza de tumbas había terminado, el espíritu revolucionario del Ejército Rojo nos inspiraría a seguir adelante generación tras generación.