Poesía que critica la ignorancia
Un sombrero roto cubre la bulliciosa ciudad y un barco agujereado transporta vino. Esconderse en el pequeño edificio se vuelve igual, independientemente del invierno, verano, primavera y otoño. (1)
Cuando era joven, leí cien libros y escribí mil palabras, como si no tuviera nada que hacer. Puedo reírme de mí mismo, no cambiaré mi vida sólo para beber. (2) Vale la pena hablar de ello, es un compromiso de por vida, es insoportable. Es bueno ser un amigo cercano, ¡pero es demasiado difícil permanecer contigo por el resto de tu vida! (3) El viento sopla a través del bosque de bambú y las hojas de bambú susurran y los gansos salvajes vuelan hacia el cielo con nubes blancas. Una vida de amor y de sueños no tiene sentido aunque estés borracho. (4) No es más que mucho ruido y pocas nueces. La mitad de mi vida es una locura, escribo poemas y bebo vino, y el resto de mi vida es una estupidez.
(5) El joven escuchaba canciones de lluvia en el piso de arriba y el hombre de mediana edad escuchaba el sonido de la lluvia en el bote. Amigos que han estado destinados durante media vida van a la deriva con la marea, y su éxito o fracaso se convierte en nada.