Soy una estatua de la poesía moderna.
El águila volando en el cielo
Sin envidia
Las enredaderas trepando por el acantilado
Sin envidia
Melocotones y peras floreciendo con la brisa primaveral
Sin envidia
Peces y camarones saltando en el arroyo
Sin envidia de ti
Talento excepcional
No la envidies
Soy una estatua.
Mi mundo es sólo pálido y aburrido.
No necesito el calor de un rayo de sol
Para derretir ese corazón de piedra
No quiero esas lágrimas saladas
Gong Llega hasta las cuencas de los ojos, pero no puede caer.
No necesito ningún consuelo.
No necesito un poco de lástima
No quiero demasiadas palabras dulces
Atascado en la garganta pero ronco
Yo Soy una estatua.
No es que sea arrogante
No es que no me importe.
Simplemente no entiendes mi silencio.
Es también una queja silenciosa.
Soy una estatua.
Ni triste ni feliz.
Mantén la calma y no te molesten
Sin sueño ni confusión
De una manera eterna
En el vasto universo
Entonces, observa en silencio
Los años que nunca envejecen