La composición de la vida rural que anhelo comienza con la poesía.
Cada vez que llega la primavera, un capullo asomará la cabeza de la tierra, abrirá sus ojos adormilados y saludará al nuevo día. Todo frente a la casa revive, las flores florecen, las impaciencias florecen, las rosas florecen, las azaleas florecen y hermosas flores muestran su postura en el campo frente a la casa. Después de una lluvia primaveral, los brotes de bambú detrás de la casa también emergieron del suelo. La vida rural en primavera es realmente hermosa.
En un abrir y cerrar de ojos, el verano ya está aquí. En las noches de verano, los campesinos acercan mesas y sillas a la puerta y comen en el amplio espacio. En un gran prado delante de la casa, varios niños jugaban y cazaban luciérnagas. El denso bosque de bambú detrás de la casa exuda una brisa fresca que hace que la gente sienta que tiene que irse. Las cigarras en el árbol cantan canciones alegres. La noche de verano es muy interesante.
El calor del verano trae el frescor del otoño. El arroz dorado baja tímidamente la cabeza y los frijoles dentro de los frijoles agitan sus campanillas con regularidad, como instando al dueño a cosechar rápidamente y regresar al campo. depósito. El frente de la casa es rojo y las hojas de arce de los arces arden como un fuego abrasador. Detrás de la casa, de un vistazo, los agricultores estaban recogiendo frutas en el huerto. La vida en el campo en otoño es muy colorida.
Incluso en invierno, la vida en el campo es única. Los árboles se quitaron los abrigos y permanecieron desnudos, soportando el frío invierno. Delante de la casa los niños jugaban en la nieve, que seguía cayendo. Los cuerpos y el pelo de los niños se cubrieron con traviesos copos de nieve y se convirtieron en muñecos de nieve. Hay innumerables flores de ciruelo en el árbol detrás de la casa, blancas como el jade, amarillas como el oro y rojas como la grasa. Este es un paisaje único en invierno.
Esta es la vida en el campo que siempre he anhelado.