Colección de citas famosas - Frases motivadoras - ¿Son reales los libros antiguos robados por Japón?

¿Son reales los libros antiguos robados por Japón?

En primer lugar, esta piedra no está "rota", la escritura todavía es claramente visible y el valor histórico que contiene no es comparable al de las reliquias culturales ordinarias. Para los japoneses, allí son muy populares algunas reliquias culturales que pueden conmemorar la historia, por lo que esta piedra pasó por las manos de varias personas y entró en el palacio de la familia real japonesa. Al emperador le encantaba este tipo de reliquia cultural. Cuando lo vio, pensó en la rica tierra de China, por lo que siempre la consideró un tesoro nacional y se negó a devolverla a China.

En la dinastía Tang, el Reino de Bohai en el noreste se rindió a las Llanuras Centrales. Por supuesto, alguien tiene que hacerse cargo de algo tan bueno para mostrar el poder y la cortesía de las Llanuras Centrales. Entonces Li Longji envió un enviado para proclamar al rey Bohai como rey de Bohai. Por cierto, para demostrar este momento histórico, Hong Qing descubrió una piedra gigante con forma de camello formada naturalmente al pie de la montaña Lushun. Es un hito poco común registrar claramente el proceso temporal de la canonización del Rey del Noreste.

Pero después de que el ejército japonés invadió el noreste de China y capturó Lushun, fue imposible que tales reliquias culturales no atrajeran su atención. Por lo tanto, a través de las manos del ejército japonés local, esta preciosa reliquia cultural fue enviada rápidamente a Japón, y el general japonés local erigió un monumento de piedra en el sitio original por culpa interior. Obviamente, esto era innecesario y encubría su pecado.

La piedra fue entregada a la familia real japonesa. Al emperador le gustó mucho este regalo en aquel momento. Cuando vio el espesor de la piedra, le pareció ver la vasta tierra de China y los recursos disponibles. Sabiendo que después de que China y Japón establecieron relaciones diplomáticas, Japón no estaba dispuesto a devolver el monumento, dijo descaradamente que era el tesoro nacional de Japón. Algunos eruditos nacionales han pasado toda su vida intentando recuperar este tesoro nacional, pero todos fracasaron.