Nueva Escuela Secundaria de Nueva Gramática
La Nueva Escuela Gramática de la década de 1870 estaba compuesta por K. Brueggemann, H. Oosterhoff, B. Delbrück (1842~1922) y A. Leskin de la Universidad de Leipzig, Alemania, H. Paul. et al. Debido a que ofrecían nuevos conocimientos sobre la relación entre el sánscrito y el griego antiguo, la generación anterior de lingüistas como G. Curtius y otros estaban profundamente insatisfechos y los llamaban la "Joven Escuela Secundaria", lo cual era ridículo. Pero aceptaron fácilmente el nombre y la gente siguió usándolo. En el campo de la lingüística, ahora se la llama generalmente la "Nueva Escuela Secundaria". Los materiales y las ideas de la New Grammar School surgieron del lingüista histórico comparativo J. Green a principios del siglo XIX y de A. Schleicher en el período medio. Esta escuela de pensamiento señala que algunas formas de palabras sánscritas están más alejadas de la forma original del protoindoeuropeo que del griego antiguo, que no todas las raíces protoindoeuropeas son monosilábicas, etc. La New Grammar School enfatiza dos puntos: en primer lugar, no hay excepciones a las leyes de evolución de la pronunciación y, en segundo lugar, el papel de la analogía en los cambios de pronunciación. Ya en 1822, Green propuso la ley de la evolución del habla. También se han visto algunas excepciones. En 1875, K. Werner propuso una explicación complementaria. Por lo tanto, la New Grammar School consideró que los cambios históricos de sonido se habían explicado completamente. En 1878, Brueggemann y Oosterhoff declararon en un artículo que los cambios fonéticos se producen según reglas sin excepciones y tienen reglas estrictas al igual que las ciencias naturales. Dijeron que los factores que cambian el lenguaje humano no son más que psicología y fisiología, pero el cambio del habla es lento e inconsciente, por lo que "las actividades de la ley del habla son completamente ciegas, se llevan a cabo de acuerdo con las necesidades ciegas de la naturaleza". ." No se dieron cuenta de que la evolución del lenguaje es un fenómeno sociohistórico. El lenguaje no es una entidad que exista aparte del hablante, y la evolución del habla está sujeta a limitaciones sociales e históricas. El lenguaje no puede ser tan predictivo como las ciencias naturales y no puede predecir cuándo y dónde ocurrirán cambios de sonido.