¿Por qué los japoneses no entraron en la Ciudad Prohibida y la robaron? Los japoneses tenían sus propios planes.
Después de que Japón ocupó Peiping, es lógico que avanzaran hacia la Ciudad Prohibida. Después de todo, este es un lugar donde vivieron varios emperadores. Hay muchos tesoros de oro y plata, caligrafía y pinturas de personajes famosos, pero los japoneses no hicieron esto.
La Ciudad Prohibida ocupa una posición muy importante en el corazón del pueblo chino. Después de que los japoneses ocuparon Peiping, también quisieron apoderarse de la Ciudad Prohibida y obtener propiedades de ella. El pueblo chino nunca les permitirá hacer esto. No sólo el pueblo, sino también las celebridades y algunos traidores impedirán que los japoneses hagan esto. La gestión de la Ciudad Prohibida está en nuestras propias manos y no es fácil para los japoneses conseguir una parte del pastel. Pero esto no impidió que algunos traidores les dieran grandes cantidades de bronces chinos para complacer a los japoneses.
Los objetos existentes en la Ciudad Prohibida son de escaso valor. Después de ocupar Peiping, el gobierno trasladó una gran cantidad de reliquias culturales de la Ciudad Prohibida a Nanjing, Shanghai y Chongqing. Las reliquias culturales de la Ciudad Prohibida están relativamente dispersas y los objetos que quedan no son de gran valor. Para los japoneses, no hay necesidad de ir a la Ciudad Prohibida a saquear, pueden robársela a los empresarios ricos.
Para los chinos, la Ciudad Prohibida es un símbolo del poder imperial. Si los japoneses roban las reliquias culturales aquí, el pueblo chino definitivamente resistirá y la pasión por la Guerra Antijaponesa será cada vez menor. Además, los japoneses estarán sujetos a la presión internacional para aislarlos. La Ciudad Prohibida era el hogar de Puyi. Si los japoneses intimidaran su puerta, Puyi se opondría firmemente. En ese momento, la situación en las tres provincias del noreste era aún más incontrolable. Los japoneses no se arriesgarán a ceder el control de las tres provincias del noreste por el bien de la Ciudad Prohibida, ni harán negocios donde los riesgos y beneficios no coincidan.