Colección de citas famosas - Frases motivadoras - Pronto se acerca el Día del Maestro y la maestra me pidió que buscara un poema para memorizar. No soy yo, es mi compañero de clase. Ocho personas lo llevan juntas y ninguna es más larga ni más baja.

Pronto se acerca el Día del Maestro y la maestra me pidió que buscara un poema para memorizar. No soy yo, es mi compañero de clase. Ocho personas lo llevan juntas y ninguna es más larga ni más baja.

¡La suma, resta, multiplicación y división no se consideran tus esfuerzos! ¡Los poemas y las canciones no pueden dejar de alabarte! Usas el néctar del conocimiento para regar las flores de nuestros ideales; usas el manantial claro para nutrir los hermosos frutos de nuestras emociones. En esta festividad inusual, ofrecemos nuestras más profundas bendiciones.

Gracias, maestro, usted es una persona en la que siempre podemos confiar y a la que podemos acudir en busca de ayuda cuando encontramos dificultades en la vida. Tú nos lo cuentas y te lo contamos todo si queremos. A menudo dices que alguna vez fuiste un niño, para poder comprender las emociones de los niños.

Gracias maestro por hacerme saber que podemos aprender de los fracasos, acumular fuerzas en las dificultades y encontrar luz en la oscuridad. Nos diste el coraje para usar nuestro cerebro y nos pediste que tuviéramos una mente abierta. Colocas belleza en nuestros corazones y nos das guía, perspicacia e imaginación para construir nuestras vidas. No importa lo que construyamos, ¡usted siempre nos ayuda a sentar las bases y hace lo mejor que puede para nuestro crecimiento! Quizás con el paso del tiempo olvidemos cada detalle de sus conferencias, pero su entusiasmo, coraje y amabilidad siempre existirán.

Gracias por nunca reírte de nosotros. Siempre lo vigilas cuando lo probamos. Incluso cuando los resultados fueron tan escasos, siempre nos hizo saber que vio nuestros logros. Eres tú quien nos hace saber que la vida puede ser tan fina como el papel, tan profunda como el mar y tan amplia como el cielo, y que debemos tomar nuestras propias decisiones. Cada pregunta, descubrimiento y experiencia por la que nos llevaste nos fascinó y nos mostró la brillante sabiduría en el océano del conocimiento.

De repente un día descubrimos que estabas viejo, cansado y agotado. No necesitas la comprensión, el consuelo y el apoyo de otras personas, pero en este momento estás muy silencioso, tranquilo, decidido y solemne.

Vela roja, la luz de tu vela oscilante es tan temblorosa como tu cuerpo cansado y delgado, pero es tan firme a los ojos de los alumnos: tus lágrimas goteantes han mojado tu ropa. Ya sabes, a los ojos de los estudiantes, ha arrojado la escultura más perfecta bajo tus pies.

Querido maestro, tu luz y tu calor son limitados, ¡pero son tu luz y tu calor limitados los que se mezclan para encender la elevada luz de la patria!

¡Por último, os deseo de nuevo a todos unas felices vacaciones!