El proceso de desarrollo de los anarquistas
El anarquismo se formó en la década de 1840 y surgieron algunas escuelas. Su fundador es el francés P.-J. En su libro "Qué es la propiedad", escrito en 1840, utilizó por primera vez la palabra "Anarquía", que hoy se traduce como anarquía o "anarquía". Abogó por la ayuda mutua y abogó por el establecimiento del Banco Popular y la implementación de un intercambio equivalente de productos entre productores basado en principios contractuales para eliminar la explotación y lograr la "anarquía" donde todos sean libres e iguales. La esencia de este programa reformista es un intento de preservar para siempre la pequeña propiedad privada. El anarquista alemán M. Stirner (1806-1856) defendía el egoísmo. Explicó sus puntos de vista en El único y sus posesiones (1845). En su opinión, en realidad nada existe excepto "yo". Por ello exigió la abolición del Estado, argumentando que sólo "yo" era dueño de la propiedad. Abogó por mantener la pequeña propiedad privada, desaprobó la ayuda mutua y se opuso a la reforma social.
El pensador anarquista más influyente después de Bakunin es el ruso P.A. Partiendo de la naturaleza de ayuda mutua de los seres humanos, estableció un sistema teórico anarquista relativamente completo y propuso la idea del comunismo anarquista, iniciando así una nueva escuela en el movimiento anarquista. A finales del siglo XIX, el anarcosindicalismo surgió sobre la base del anarquismo, oponiéndose a la lucha política y al papel de liderazgo de los partidos obreros. Creía que el sindicalismo era la forma organizativa más elevada de la clase trabajadora. Durante la Primera Guerra Mundial, muchos anarquistas, incluido Kropotkin, se volvieron chovinistas. Desde entonces, el movimiento anarquista ha decaído y todavía mantiene cierta influencia sólo en algunos países europeos de habla latina (especialmente España) y algunos países latinoamericanos.