Flores de la prosa y la poesía
No sé cuando abrí los ojos y suspiré al viento durante mucho tiempo.
Yang Tong ha terminado y los rebeldes se reúnen. El horizonte desaparece, como un corazón errante que deja de respirar.
Aquí termina, la preciosa Hua Meng despliega su encanto final.
Te extrañé tanto que nunca te amé, aunque tuve un verano soñado.
O nunca te he conocido, aunque llevas una temporada esperando junto al lago. ¿Soy tu único?
Perdóname por irme tan rápido, siempre estaré acurrucado contigo bajo la elegante luz de la luna otoñal.
Esa era sólo una expectativa a corto plazo, demasiado corta para preocuparse por ella.
Fue simplemente un momento glorioso, brillante y desgarrador.
Al igual que el brillo de los fuegos artificiales, puedes atrapar las golosinas marchitas y oler el olor de la ropa.
En una estación en la que la primavera va y regresa, al ritmo de tu ropa ondeando.
Mis años son ondulantes, flores esparcidas...
Segundo
La vida es ignorante, pero también nos da la oportunidad de crecer. Las flores delicadas florecen con pasión.
Casi invencible, intentando prolongar al máximo la belleza del momento.
Si no fuera por mi crueldad, mi juventud sería fugaz y mi vida estaría sobregirada en un corto verano.
Todo será sin remordimientos. El amor es virtual y no hay lugar para el despilfarro.
Usé lágrimas a cambio de un susto, fue tan maravilloso.
El tiempo recoge silenciosamente el pasado y esconde el amor y el odio.
Mirando hacia atrás desolado, las flores son como ilusiones, yo soy un lirio grácil.
Mostré mi ropa de baile confusa y arrasé todo el verano.
Nubes ardientes...
"Tres"
Cuando el bosque de abedules nada entre las huellas de la tristeza, la vida entra en el silencio que trae el otoño.
El petirrojo peina sus plumas anaranjadas, así como mis pensamientos transparentes despiertan al mundo.
El lago es sorprendentemente azul y silencioso. Sé que está esperando que el viento otoñal se lleve las flores restantes.
Abraza profundamente el cansancio de un verano, utiliza sus cálidos besos y sus tiernos ojos para proteger y apreciar los intereses que alguna vez estuvieron en pleno apogeo.
Escondidos en las profundidades desconocidas, como ejemplares de libros antiguos.
Con innumerables noches, enamoramientos, lástima, alegría, suspiros bajo la lámpara...