La confianza cultural es más que un eslogan.
El 4 de febrero de 2022, la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de Invierno fue un gran éxito y recibió excelentes críticas. Vi las noticias a la mañana siguiente y aprendí muchos detalles. No lo vi, no porque estuviera ocupado, sino porque pensé que podría verlo más tarde. Este cambio de humor no se debe a que esté envejeciendo, sino a que tengo más confianza en la cultura de un país como China.
De "encender" a "no encender" la antorcha, ¿no es la encarnación de la sabiduría filosófica de nuestros antepasados de "hacer algo pero no hacer nada"? ¡Qué talentoso! Esta es definitivamente una práctica de la cultura china y una extensión al mundo. Puedes patentar un medio de comunicación. Desde la antorcha "roja llameante" de la historia hasta la antorcha "micro", es definitivamente el mejor ejemplo y promoción del concepto de "protección ambiental y con bajas emisiones de carbono".
Este tipo de confianza proviene de la cultura, de la práctica y aún más de la fuerza.
En la vida, cuando siempre estamos llenos de expectativas sobre algo, en realidad tenemos demasiado miedo y ansiedad en nuestro corazón. Mirando hacia atrás, cada cuenta atrás para el lanzamiento de un cohete, la recuperación de una nave espacial tripulada, el viaje inaugural de un portaaviones, la celebración de unos Juegos Olímpicos y la celebración de conferencias internacionales... no nos preocupaba nada. Pero ahora estamos mucho más tranquilos, hemos crecido y tenemos más confianza. Esta confianza se debe a que creemos en nuestro poder y creemos que podemos hacer lo mejor que podemos.
Decirle a una persona que no se ponga nerviosa cuando habla en público por primera vez es, en el mejor de los casos, una especie de consuelo psicológico. De hecho, si das demasiados discursos, ya no tendrás miedo.
A menudo les digo a mis amigos que no se involucren demasiado en la educación de los niños. Darles a los niños una educación de “movilización familiar” es una pérdida de vida y de dinero, y a veces los resultados no siempre son buenos. Después de haberme dedicado a la educación durante décadas, creo que la mejor educación es hacerla invisible y lograr el objetivo de "educación sin discriminación". Éste es el poder del "modelo a seguir" y la "cultura". El patriotismo, el colectivismo, la cooperación, la tenacidad, la perseverancia, el afecto y la compasión son fáciles de entender como conocimiento, pero para transformarlos en comportamiento, debe ser una orientación de valores. ¿Qué tan difícil es? Siempre he pensado que cuando ya no seamos tan utilitarios y ya no esperemos que la educación simplemente convierta a las personas en "personas", podremos dejar de enredarnos en la educación. Esta "persona" debe ser: de carne y hueso; rica en emociones; no indiferente y solidaria; no autodisciplinada y respetuosa de la ley; ......
La razón por la que una nación existe y continúa es por su espíritu.
¡La confianza cultural en uno mismo es la creencia más alta en un espíritu nacional!