Colección de citas famosas - Colección de consignas - Explicación de 1 Reyes 2:26-35

Explicación de 1 Reyes 2:26-35

Explicación de 1 Reyes 2:26-35: Registra la muerte de Joab. El versículo 35 le dice a Salomón que nombre a Benaía capitán del ejército y a Sadoc sacerdote en lugar de Abiatar.

Relata la historia del ascenso y caída del país y el cambio de dinastías desde los últimos años de David hasta los reinados del rey Josafat de Judá y el rey Ocozías de Israel. La obra original está en hebreo, Capítulo 22. Del capítulo 1, versículo 1 al capítulo 2, versículo 12 se describen brevemente los últimos años de David y su muerte.

Capítulo 2, versículo 13 al capítulo 11, versículo 43, describen el gobierno de Salomón, como su sabiduría al resolver la disputa entre dos hijas, construir el templo y palacio, recibir a la visita de la Reina de Saba, etc. ; Capítulos 12 al 22 Una breve historia del período de partición, incluidas las hazañas de más de una docena de reyes de Judá e Israel.

Cuando Adonías oyó que Salomón había subido al trono, él y todos los invitados al banquete huyeron atemorizados y temblando. Adonías huyó a la tienda de reunión y se agarró a los cuernos del altar para protegerse. Salomón ordenó que si Adonías era un hombre honesto, no sería castigado, pero si hacía el mal, sería castigado. Adonías estuvo de acuerdo y Salomón dejó que Adonías se fuera a casa.

Debido a que Salomón dejó ir temporalmente a Adonías, el líder del grupo rebelde, Salomón tampoco persiguió temporalmente los pecados de sus seguidores Joab y Abiatar. Pero más tarde Adonías tuvo otro problema, y ​​Salomón trató con Joab y Abiatar al mismo tiempo.

Últimas instrucciones de David a Salomón antes de su muerte:

Hay instrucciones personales 1-4, y algunas encomiendas administrativas 5-9. En términos de consejo personal, David citó Deuteronomio 8-6 y 10-12, aconsejando a Salomón que fuera fuerte y un hombre, que se mantuviera firme mental, física y espiritualmente, y que cumpliera las leyes e instrucciones de Dios en palabras y hechos. De esta manera, el rey sólo así el país será próspero y consolidado.

Esta es la promesa que Dios les hizo a los israelitas y a David. El rey de Israel nunca fue la fuente de la ley, sino que estaba bajo la ley, porque la ley del pacto de Dios se aplicaba por igual al rey y al pueblo. La promesa de Dios también era condicional, dependiendo de si los descendientes de Salomón serían cuidadosos con sus acciones.